El atentado a la AMIA es una pieza en el tablero geopolítico
Reproducimos a continuación el comunicado de APEMIA (Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA), cuyo contenido compartimos:

CRISTINA KIRCHNER LO RECONOCIÓ: EL ATENTADO A LA AMIA ES UNA PIEZA DEL TABLERO DE LAS GRANDES POTENCIAS
En el marco de la 68° Asamblea de Naciones Unidas, el gobierno argentino se dio por enterado formalmente que Irán ya había aprobado el Memorando.
¿Y entonces? ¿Cómo es que no pueden redactar “cartas reversales”, o definir la fecha para conformar la “Comisión de la Verdad”, o el viaje del juez interviniente?
No pueden definir nada porque cualquier definición vinculada al tema AMIA está supeditada al acuerdo más general de las negociaciones que Estados Unidos e Irán anunciaron en Naciones Unidas.
Esta fue la novedad confirmada por la Subsecretaria para América Latina de los Estados Unidos, al admitir que fue el propio gobierno argentino quien pidió incluir el tema AMIA en la mesa de negociaciones de las grandes potencias con Irán.
Timerman y Cristina Kirchner reconocieron recién hoy el pedido oficial al gobierno de Obama para que la causa AMIA sea incorporada en la agenda de diálogo entre los Estados Unidos e Irán.
El gobierno mentía, entonces, cuando decía que “no vamos a permitir que la AMIA pueda ser utilizada como una pieza de ajedrez en el tablero internacional” (Discurso de la Presidenta de la Nación, 01/03/2013. Apertura de 131º sesiones ordinarias del Congreso).
Fue el mismo gobierno el que lo puso en esa condición!
Después de poner el atentado a la AMIA al servicio de las necesidades y propósitos de las grandes potencias, el gobierno argentino no puede “avanzar” con el memorando de manera unilateral.
¿Alguien puede suponer que el destino final de un eventual acuerdo de las grandes potencias con Irán por el control sobre la energía nuclear, o por Siria, o por el levantamiento de las sanciones económicas, va a estar condicionado por el tema AMIA?
Durante una década, el gobierno nacional montó una acusación contra Irán sin mostrar una sola prueba, en un contexto de guerra en Medio Oriente y de lucha contra el “terrorismo” y “el Eje del Mal”. Era la excusa para justificar el no esclarecimiento y el abandono de la búsqueda de los responsables locales. El resultado de esta política de alineamiento con el gobierno de Bush-Obama fue un fracaso para el esclarecimiento de la masacre de la AMIA y, según lo reconoció el propio Timerman, significó el aislamiento internacional de nuestro país.
Ahora y en nombre de la paz, el gobierno de Kirchner pone el tema AMIA al servicio de esta nueva instancia de negociación internacional, que no tiene nada que ver ni con el esclarecimiento del crimen ni con saber la verdad.
Esta política es continuidad de la anterior, porque sólo busca justificar el pasado y el presente encubridor del propio Estado nacional y, por tanto, es un nuevo obstáculo para conocer la verdad y para juzgar y castigar a todos los culpables.
En esta nueva etapa “dialoguista”, la oposición parlamentaria junto con las direcciones de DAIA y AMIA no son una alternativa a las maniobras de gobierno ya que son parte de ellas. 
Han perdido el rumbo y no plantean ninguna vía de salida. Dudan si presentar un proyecto para derogar la Ley del Memorando o esperar los primeros resultados de las reuniones internacionales en marcha.
Persisten en un discurso reaccionario de acusación contra Irán y de alineamiento con la derecha norteamericana e israelí, sin ser capaces de reconocer que los intereses y los métodos de la nueva “onda internacional” los expresan mejor Cristina Kirchner y Timerman.
Tanto los familiares de la Asociación 18J como Memoria Activa, ambos cercanos al gobierno, aplaudieron el discurso de la Presidenta quien ironizó acerca de la necesidad de “explicar lo obvio” y dijo que “la causa está estancada desde hace 19 años, no se moviliza”…
Lo obvio es que de los 19 años de estancamiento, diez son responsabilidad del kirchnerismo y los próximos por venir, también. ¿Por qué?
Porque la conformación de la mal llamada “Comisión de la Verdad”, el establecimiento de las reglas de funcionamiento de esa Comisión, el análisis de los antecedentes de los posibles integrantes y el tiempo que se demore para intercambiar y analizar toda la documentación presentada, previamente traducida al inglés y al farsí, se llevarán unos cuantos años más, sin considerar el ritmo propio de las negociaciones internacionales.
Y aún así, si todo ésto ocurriera dentro de algunos años y se llegara a un acuerdo para entregar a algún acusado, ¿alguien estaría convencido, seriamente, de que la masacre de nuestros familiares y amigos habría sido esclarecida?
La ley del Memorando es la culminación del ciclo político abierto por el gobierno de Néstor Kirchner en el tema AMIA. Es la demostración de la incapacidad y el fracaso para esclarecer este crimen de terrorismo de Estado del cual el Estado argentino ya se reconoció responsable en, al menos, su encubrimiento. Fue el propio gobierno de Kirchner quien lo hizo en el Decreto 812 del 2005.
Cuando el Estado sigue ocultando su responsabilidad como “conexión local” del atentado y sólo busca defender lo que queda del montaje de una acusación internacional, la ley del Memorando no es más que una ley de encubrimiento. El Estado argentino no puede esclarecer ni ofrecer verdad y justicia porque es el organizador del encubrimiento y de la impunidad, para lo cual contó con la complicidad de las direcciones de la comunidad judía local, de las grandes potencias e Israel.
Para superar los nuevos obstáculos leguleyos que plantea el gobierno a un Memorando aprobado pero no vigente, es necesaria una política diferente.
Para esclarecer el atentado y perseguir a los responsables es indispensable la apertura inmediata de los archivos secretos en poder del Estado. Hacemos un llamamiento a las organizaciones políticas, estudiantiles y de derechos humanos para debatir y desarrollar esta propuesta. Y lo hacemos extensivo a los diputados y senadores, para que no sigan ocultando más los hechos: el Estado argentino es el responsable de la masacre de la AMIA.  
Es indispensable constituir una Comisión Investigadora Independiente, una comisión que investigue la verdad incuestionable de las responsabilidades criminales y encubridoras del Estado nacional y sus socios. Con sus aportes y resultados podremos impulsar una acción penal legítima para condenar a todos los culpables y superar las nuevas maniobras de encubrimiento.

Buenos Aires, 1º de octubre de 2013
APEMIA 

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