¡YA SALIÓ Bandera Roja 107!
Entre el GOLPE al BOLSILLO
y el OPORTUNISMO OPOSITOR
se INVISIBILIZARON las PATRONALES

Pasados dieciocho días desde el paro general del 10 de abril, todos los pasos dados por el amplio espectro de sus convocantes están guiados por objetivos electorales, con miras a las internas del 2015. Esto es lógico, ya que la propia convocatoria que pudo reunir desde la nefasta burocracia tradicional hasta la izquierda anticapitalista, pasando por el apoyo explícito de la Sociedad Rural y Massa, entre otros, revelaba el objetivo de desplegar una “demostración de fuerza” ante el Gobierno de CFK. Pero bastante poco tuvo que ver con los objetivos y necesidades reales de los trabajadores.
El paro se cumplió masivamente y sin dudas mostró un cierto descontento social por la inflación, la llamada inseguridad, etc. Pero también es cierto que el principal motorizador fue la ausencia absoluta de transportes, que estaba garantizada por las burocracias convocantes. De hecho, en muchos sectores donde había que “jugarse” para garantizarlo, no hubo adhesión. El caso más emblemático fue el de Subterráneos, donde la abrumadora mayoría decidió no adherir, excepto en la Línea B. Sin embargo, las patotas de la UTA, mediante destrozos y otros métodos, impidieron la salida de las formaciones en todas las líneas, con el completo aval de Metrovías.
Entonces, desde el punto de vista de los trabajadores, ¿qué nos dejó el paro?, ¿cuál es el sentido de un paro por “consignas generales” en situaciones “normales”? Es decir, no estamos, como en el 2001, ante decenas de miles movilizados en las calles, reclamando “que se vayan todos” y construyendo asambleas en los barrios... Por lo contrario, el paro fue típicamente “dominguero”, sólo interrumpido por los cortes programados por los partidos de izquierda, que lograron un gran protagonismo mediático. Pero fueron acciones garantizadas por la militancia y por comisiones internas combativas, sin que estuviesen acompañados por los trabajadores que representan.
Aclaramos, por si hace falta, que ante una lucha obrera genuina, no tenemos el menor prejuicio en hacer unidad de acción “hasta con el Diablo y con su abuela” (al decir de Trotsky), siempre que ello favorezca el interés y las reivindicaciones de la clase trabajadora. Pero, qué sentido tiene hacer una acción en común (“todos contra el Gobierno”) junto a quienes reclaman mayor represión, que se achique la “ayuda social” y se termine de enterrar una política populista, basada en una década de bonanza económica que posibilitó que las patronales se llenaran los bolsillos como nunca.

El valor de las palabras. En los últimos meses, escuchamos hasta el hartazgo la palabra “ajuste” para definir el golpe al bolsillo que efectivamente estamos padeciendo. ¿Pero es correcto hablar de ajuste, cuando hablamos de inflación y devaluación?
Repasemos: Cuando se desató la crisis económica internacional en septiembre del 2008, en las reuniones de la LSR analizamos algunos hechos. De inmediato, la primera reacción de todos los gobiernos (todos) fue fortalecer sus presupuestos de Defensa; es decir, prepararse para la represión ante una posible respuesta obrera por lo que se venía. Luego, vino la reunión del G20 para decidir qué medidas tomar ante la crisis. Allí se discutieron dos políticas: 1) agrandar los gastos del Estado, para “desendeudarse, dar ayuda social y fortalecer el consumo” (sostenida por Strauss Kahn, entonces jefe del FMI); 2) achicar los gastos del Estado, para dejar en manos de las empresas privadas los principales resortes de la economía; es decir, el tradicional “ajuste”; política defendida por EE.UU., Reino Unido y Alemania. La Argentina optó por la primera variante.
Es decir, cuando hablamos de ajuste, hablamos de la política de la década de 1990: el Estado se “achica”, privatiza, despide en masa, etc. Resulta paradójico, que quienes cuestionaron durante los últimos años, el “despilfarro” gubernamental en los subsidios energéticos, luego pusieran el grito en el cielo bajo el título de “Tarifazo”, cuando el Gobierno redujo los subsidios y, por lo tanto, va a salir más plata de nuestros bolsillos para pagar la luz y el gas... pero las tarifas siguen siendo las mismas...
Después del paro, el Gobierno, tal como viene haciendo desde su retroceso electoral de octubre de 2013, sigue respondiendo a los reclamos “de la derecha”: medidas más represivas, devolución de las retenciones a las exportaciones, aumento de la cuota de exportación de trigo... En esta pelea “Gobierno-Oposición”, parecería que las patronales no existen, se invisibilizaron, cuando son ellas las que aumentan los precios y provocan inflación; limitan los aumentos salariales; despiden...; son las que nos explotan.
Por supuesto, el Gobierno es responsable de todo lo que pasa en el país, por cumplir su función de gobierno burgués, fiel a la clase a la que pertenece y representa. No esperamos que una “revolución” venga de su mano.
Al contrario. La pelea por superar las lacras que emanan de la explotación capitalista, sólo podrá provenir de un movimiento de masas dispuesto a cambiar de manos el poder, y barrer con su Estado y los representantes políticos, burocráticos, eclesiásticos y militares que lo sostienen. Y a construir una nueva sociedad, libre, fraterna y solidaria, basada en los organismos de poder que surjan al calor de esa pelea. Ése es el desafío de los trabajadores y las vanguardias capaces de construirse en su seno. 
(L.R.)
¡YA SALIÓ Bandera Roja 107!
Y además:
* Día Internacional del Preso político: desgrabación de la charla-debate con Eduardo "el Negro" Soares y María del Carmen Verdú
* El saludo de Ricardo Napurí
* Adhesión de la LSR al acto del 17/4
* No a la extradición de Oswaldo Quispe
* Megaminería: historia del despojo
* Francisco y las minas
* El saqueo de Xstrata
* El panorama internacional: Recapitalización del capitalismo y las resistencias proletarias
¡No dejes de leerlo!
ABSOLUCIÓN DE LOS PETROLEROS DE LAS HERAS
NO A LA EXTRADICIÓN DE OSWALDO QUISPE
martes 15 de abril, a las 19
CHARLA DEBATE
 con EDUARDO "el Negro" SOARES
y MARÍA DEL CARMEN VERDÚ
por el Día Internacional del Preso Político
Facultad de Filosofía y Letras
Puán 480, CABA

ANTE EL PARO GENERAL DEL 10 DE ABRILLa LSR considera que sobran los motivos para que todos los trabajadores del país nos unamos en un reclamo común por los múltiples problemas que nos agobian (empezando por el salario).
Por esta raz´´on, estamos a favor de discutir, empresa por empresa, gremio por gremio, qué actitud tomar ante el llamado al paro general del 10 de abril, definiendo con claridad por qué peleamos y con qué modalidad.
Junto con ello, la LSR manifiesta su repudio a las conducciones que hoy llaman al paro, apoyado por la Sociedad Rural, como parte de su embestida ultrarreaccionaria contra el actual gobierno burgués. No nos une con ellos ningún interés de clase. Por lo contrario, los reconocemos como parte de nuestros enemigos.
Repudiamos, en consecuencia, su oportunismo político, su metodología de “paro pasivo dominguero”, e incluso su programa político, más allá de que podamos coincidir con algunos (pocos) de los puntos que demagógicamente agitan para llamar al paro.
Nos pronunciamos por la necesidad de avanzar hacia la organización de la clase trabajadora, ocupada y desocupada, en forma independiente del Estado patronal, de sus gobiernos de turno, y de las burocracias a su servicio, para construir un poder popular que se desarrolle hasta ser capaz de dar la pelea por desterrar el poder capitalista para instaurar el propio: el de la mayoría de los explotados, oprimidos y marginados, al servicio de la construcción de una sociedad libre, fraterna y solidaria. Desde nuestro punto de vista, esto significa una sociedad socialista que sólo podrá emanar de una revolución social.
¿Es correcto hablar de “tarifazo”? 
La oposición burguesa que dedicó páginas y páginas a cuestionar la desastrosa política gubernamental de subsidiar las tarifas (a lo que adjudican una de las principales causas de inflación), ahora, de pronto, ante el recorte de los subsidios, se escandaliza y titula “TARIFAZO”. Pero, ¿hay realmente un tarifazo? Es muy fácil apelar a la sensibilidad popular y al obvio impacto en los bolsillos que vamos a sufrir cuando lleguen las nuevas boletas. Pero lo que vamos a pagar es exactamente la consecuencia de la política que ellos tanto reclamaron. Por ejemplo, tanto en el caso de AySA como de MetroGas, nos llegaba una boleta con tarifa X = 100 (pongamos por caso hipotético), que luego aclaraba “subsidio del Estado nacional = 80 - Importe a pagar $ 20). Ahora, nos llegará una factura que dice “tarifa X = 100, menos subsidio del Estado nacional = 20 - Importe a pagar $ 80”. Como se ve, la tarifa no se movió. Lo que sí se movió es quién pone la plata; en este caso: nosotros, los trabajadores; mientras que las grandes empresas seguirán beneficiadas con los subsidios energéticos, tal como lo expresó la Presidenta en su discurso del jueves 27 de marzo.
Tarifazo, en cambio, sí fue el que aplicó Mauricio Macri en la CABA, cuando ajustó las valuaciones para el ABL que llevaron las facturas de (por ejemplo) $ 28 bimestrales, a $ 90 mensuales. Allí no se trataba de subsidios, sino que simplemente revaluó los terrenos (en forma completamente arbitraria) de modo que dio lugar a un ajuste en toda la regla. Ninguna de las voces que hoy proclaman que estamos al borde del desastre por el tema subsidios, emitió la menor crítica cuando el gobernante de la CABA hizo este brutal ajuste.
No obstante, ¿somos indiferentes ante este cambio en las reglas de juego?: para nada. Nos pronunciamos categóricamente en contra de la quita de subsidios para los más pobres, mientras las grandes empresas seguirán beneficiándose con ellos al mismo tiempo que siguen su acelerada alza de precios.
Rechazamos también la metodología de que podemos conservar el subsidio si consumimos “un 20% menos que el bimestre equivalente del año anterior” (en el caso del gas); pero ¿qué haremos el año próximo???... dejamos de cocinar, de bañarnos...???
Aclaremos que sí nos pronunciamos categóricamente a favor del “uso responsable” de los recursos naturales, de la no contaminación, etc., etc., etc. Pero esto cobra sentido en el marco de una sociedad y un Estado que realmente trabaja para esa protección, y no para un Estado que utiliza esa protección para engordar los bolsillos de los depredadores capitalistas, que son los principales responsables de la destrucción del medio ambiente.
Por último, alertamos que estas medidas son el preanuncio de que, más teprano que tarde, vendrá el quite de subsidios a las tarifas de la provisión de energía eléctrica (que hoy no se tocó). Seguramente será en pleno invierno, cuando todos especulamos con utilizar la electricidad en lugar del gas para conservar el subsidio otorgado a MetroGas. Cuando estemos “a full” utilizando la electricidad, seguramente nos llegará el quite de subsidios a la energía eléctrica.
En síntesis, creo que es completamente válido y lícito llamar a la lucha en defensa del poder adquisitivo de los ingresos (salariales o de otra índole). Pero no lo hagamos en nombre del supuesto “tarifazo”, sino del “GOLPE AL BOLSILLO” que significan todas estas medidas que no hacen más que engordar los bolsillos de los que más tienen, y que son los que manejan el poder del país, con la administración de sus bienes en manos del gobierno de turno que, como gobierno burgués, siempre, siempre, responde al interés de ellos.
[RESOLUCIÓN APROBADA EN LA REUNIÓN ABIERTA MENSUAL DEL 4 DE ABRIL DE 2014]
MALVINAS - 2 de abril 1982-2014
Recomendamos enfáticamente la lectura del discurso de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) del día 2 de abril, acerca del tema MALVINAS.
[http://www.presidencia.gob.ar/discursos/27378-acto-por-el-dia-del-veterano-del-guerra-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion]
Fue muy contundente en la denuncia de lo que significa en términos de explotación y de posicionamiento geopolítico y estratégico del imperialismo anglo-estadounidense respecto de América Latina.
Lo patético es constatar, como buen gobierno burgués que es el de CFK, que después de tan imponente denuncia, resume su reclamo en que la presión internacional logre que el Reino Unido se siente a “dialogar”... ¿Cuáles serían los términos de ese diálogo?, ¿de qué “dialogaríamos”, si estamos ante una potencia guerrerista, colonialista, etc., etc., etc.? La más mínima consecuencia que se desprende del discurso de CFK, por razones de simple lógica formal, o de simple sentido común, es reclamar que se desmantele la base de la OTAN en Malvinas... ¿Qué diálogo reclama CFK?, ¿el que se realizó con el papa Francisco, que no incluía en la agenda el tema Malvinas?... Hay una contradicción flagrante entre el excelente discurso de la Presidenta y la política que ella misma anuncia y defiende, como buena representante del capitalismo que es.
La LSR se pronuncia por el retiro de la base de la OTAN en Malvinas; reconoce que muy difícilmente el conflicto de soberanía pueda resolverse por vías “pacíficas”, sino que para recuperar la soberanía en Malvinas, lo que sería equivalente a la conquista de la soberanía continental sobre la base de la expulsión del imperialismo de toda la región, necesitará de una revolución social que cambie de manos el poder en toda la América Latina.
[RESOLUCIÓN APROBADA EN LA ÚLTIMA REUNIÓN ABIERTA MENSUAL DEL 4 de abril de 2014]

CONTRA LOS LINCHAMIENTOS
Repudiamos las declaraciones de Sergio Massa: “el que comete un delito tiene que saber que el que las hace, las paga” Es una incitación a la acción de fuerzas que recuerdan a las SA hitlerianas. Las SA eran las milicias integradas por sectores de la clase media, que se vestían con las famosas “camisas pardas” y que fueron exterminadas en 1934 por la SS (que se convirtió en el aparato armado oficial del nazismo) en lo que se llamó “La noche de los cuchillos largos”. Los dichos de Massa suenan exactamente a eso: un llamado a la movilización paraestatal de las clases medias para castigar a un chivo expiatorio de los desastres que emanan de la explotación capitalista; en este caso, los delincuentes de poca monta.
Repudiamos también las reiteradas expresiones acerca de un “Estado ausente”. Por lo contrario, la LSR considera que el Estado tiene una presencia fuertísima en la actualidad. Pruebas de ello, entre muchas, son los recientes levantamientos policiales que lograron solución inmediata a sus reclamos salariales. También la presencia de la Gendarmería en el Conurbano y en diversos conflictos obreros. El Estado no está ausente: está presente, como siempre, al servicio de los intereses de las clases dominantes.
[RESOLUCIÓN APROBADA EN LA REUNIÓN ABIERTA MENSUAL DEL 4 DE ABRIL DE 2014]