La Liga Socialista Revolucionaria adhiere al contenido del comunicado del Frente de Resistencia Nacional, que reproducimos.
Al mismo tiempo, les hacemos saber que la expresión de "patria" nunca es utilizada por nosotros, debido a que consideramos que es un concepto acorde con la creación de fronteras nacionales, con el solo objetivo de dividir las fuerzas del trabajo, mientras que la explotación y los capitales no tienen fronteras; en consecuencia, nuestra "patria" es la de los explotados en cualquier punto del planeta. 
Esta aclaración tiene el objetivo de destacar que no nos guiamos por una cuestión de formas, sino por el contenido de clase que se expresa en la Declaración, por lo cual hemos decidido reproducirla íntegramente, haciéndola propia.

Los recientes hechos violentos producidos en diferentes regiones del país constituyen uno de los resultados previsibles de una pelea entre distintos bloques de poder en Argentina.

El gobierno nacional agitó las consignas de la desestabilización que ellos mismos impulsan con sus políticas mezquinas, injustas, antipopulares y con sus discursos demagógicos sobre derechos humanos mientras sueltan sus bestias uniformadas a masacrar a nuestro pueblo.
Otra vez, como en 1989, la represión directa sobre las barriadas pobres y las amenazas verbales contra  sus oponentes electorales, fueron la respuesta a la situación incómoda en que se encontró el oficialismo con los hechos acaecidos en la semana que pasó.
Precisamente el oficial médico del Ejército Sergio Berni ratificó su condición de bufón mediático y viajero de la corona, prometiendo castigos futuros para los adversarios electorales y aplicando castigos inmediatos con balas de goma y represión brutal para quienes pusieron nuevamente y como siempre los muertos, los heridos, los presos, y sufrieron los gases y los palos.
Las calles de los barrios populares se llenaron de gendarmes, prefectos y policías, perros guardianes del orden establecido que rápidamente se olvidaron de sus reclamos salariales de hace un par de meses y salieron a hacer lo que mejor saben hacer y lo que más les gusta por su condición de desclasados: reprimir al pueblo y defender los bienes de sus empleadores poderosos.
La burocracia sindical colaboracionista simbólicamente representada por el vandorista confeso Antonio Caló, acompañado del colaboracionista de nueva estirpe Hugo Yaski, también se sumó al coro de voces que niega la pobreza, la desocupación, la injusticia que representa el impuesto al salario, la ley antiobrera de ART, y el amparo jurídico de la Ley Antiterrorista que los administradores de turno del poder burgués aprobaron sin sonrojarse en el Parlamento siguiendo expresas directivas de los Estados Unidos, enemigos de la humanidad y amigos del gobierno nacional.
El oficialismo puso en funcionamiento sus propios monopolios mediáticos para garantizar el orden injusto que impera en la Argentina y devolver golpe por golpe a sus competidores electorales.
Por su parte, en el bloque dominante que no comulga con el gobierno nacional hay una variopinta lista de opositores que incluye a prisioneros voluntarios  de una interna peronista cruenta que promete ser de largo aliento al menos hasta las elecciones de 2013, en la que se dirime nada menos que la primera pulseada por la sucesión presidencial.
 El sindicalismo burocrático tradicional expresado por Hugo Moyano, el “Momo”Venegas y Luis Barrionuevo, a quienes se sumó sin mostrar siquiera algo de verguenza la burocracia de nuevo tipo encarnada por Pablo Micheli, desplegó una vez más su oportunismo electoralero, después del fracaso de la pobre movilización y acto del 19 de diciembre.  
Ese día, este sector de burócratas intentó vaciar de contenido el significado de las jornadas populares del 19 y 20 de diciembre de 2001. De esa manera, expusieron de forma obscena su intención de negociar la sangre derramada hace 11 años, en función de obtener réditos electorales para el 2013. 
Y les fue mal, porque la inmensa mayoría de los trabajadores y el pueblo se dio cuenta de sus verdaderas intenciones y los dejó solos.
Los monopolios mediáticos como los grupos Clarín y La Nación, se plegaron a la maniobra de los últimos días con el fin de darle un golpe al kirchnerismo, aunque levantando como siempre sus gastadas fórmulas de mayor represión y estigmatización de los pobres en aras de una gobernabilidad contra la que ellos mismos atentan todos los días y durante toda su historia.
La UCR, como es su costumbre, tuvo un papel menor pero activo en todo esto ya que hace varias décadas eligió el campo antipopular como su lugar en el mundo, al igual que el oportunismo de los reformistas tradicionales como el Frente Amplio Progresista y la puesta en escena cinematográfica de Proyecto Sur, quienes aspiran también a acumular fuerzas para sumar adeptos en las elecciones del año que viene y convertirse en modelos de un progresismo domesticado.
 Las patronales agrarias como la Sociedad Rural y sus aliados de la Mesa de Enlace corcovearon ante la expropiación del predio ferial que la Sociedad Rural obtuvo de manera espuria de la mano de Carlos Menem, y ni siquiera tuvieron la valentía de denunciar públicamente que el precio vil con que Menem vendió el predio de Palermo a los oligarcas de la Rural fue un acto de corrupción similar al que benefició a los Kirchner cuando también pagaron un precio vil por los terrenos santacruceños donde construyeron sus negocios hoteleros.
Detrás de esta ensalada de cualquier verdura podrida se ve también la mano del neoliberalismo recalcitrante encarnado desde la Ciudad de Buenos Aires por el PRO de Mauricio Macri, y la de la derecha pejotista que representan Scioli en la provincia de Buenos Aires, De la Sota en Córdoba y muchos otros personajes tristemente célebres que castigan a los habitantes desposeídos de sus provincias, a los pueblos originarios, a las mujeres que mueren sin remedio día tras día por abortos bestialmente realizados y por la esclavitud  de la prostitución a la sombra del poder; los mismos que se alinean con la administración central en temas como el trabajo en negro, la precarización laboral y la discriminación en la recepción de derechos universales que no son para todos ni para todas.
En este escenario mezclado de tirios y troyanos que pelean a favor de los intereses de distintos reyes y nunca a favor del pueblo, deben contarse también los dirigentes trasnochados que presagian actuales o inmediatas situaciones pre revolucionarias o directamente revolucionarias; los que hablan de inminentes revoluciones socialistas donde no las hay; los que llaman a rebeliones pero no se rebelan en los hechos sino solo en palabras dichas o escritas; los que hablan de combates que nunca emprendieron y seguramente no emprenderán…y que sobre la base de mensajes inflamados de fervor revolucionario terminan buscando bancas en los pasillos del poder vigente, dejando los dolores de las luchas cruentas  a las generaciones venideras. 
Muchos de ellos se aferran con firmeza la a calculadora electoral que es su único objetivo en esta contienda interburguesa para recoger la mayor cantidad de migajas que el poder establecido les ofrece a cambio de legitimar con su paupérrima y cosmética presencia a un  sistema injusto que también castiga a sus propias bases.
De esta manera, el resultado de esta puja por la administración del Estado, y con ello de la administración del capitalismo, fue una nueva oleada de ataques y estigmatización contra quienes no tienen nada para ganar en esta contienda ni tampoco en la compulsa electoral que se avecina en 2013: los trabajadores y el pueblo pobre en general.
El Frente de Resistencia Nacional denuncia todas estas maniobras y fuegos de artificio entre los bloques de poder, y denuncia a ambos por igual porque los dos representan a intereses ajenos a la soberanía nacional y especialmente a los intereses del pueblo.
Al mismo tiempo, nos hacemos cargo y somos parte de las necesidades urgentes  de todos los agredidos por ambos bandos de poderosos, y estamos convencidos de que solamente la resistencia activa, fuerte, organizada y extendida en todo el territorio de la Patria, será capaz de cambiar la correlación de fuerzas desfavorable que existe actualmente entre el pueblo y sus enemigos de siempre.
Resumimos nuestra decisión de luchar, de construir, de organizar, de acumular fuerzas para ir realmente por todo, en nuestra consigna no única pero sí fundacional:
ANTE LA EXPLOTACIÓN, LA EXCLUSIÓN, LA MISERIA Y EL HAMBRE
¡¡¡RESISTIR PARA VENCER!!!
FRENTE DE RESISTENCIA NACIONAL
(Militantes por la Revolución Socialista - Convocatoria por la Liberación Nacional y Social - Movimiento Brazo Libertario - Independientes en el FRN)


A 11 AÑOS DEL 19-20 DE DICIEMBRE DE 2001
Similitudes, diferencias
y tareas pendientes
Del “Que se Vayan Todos”
a “el regreso de los muertos vivos” 

Llegamos a un nuevo aniversario de las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, cuando la “era neoliberal” tocó fondo en la Argentina capitalista, tras la aplicación a ultranza de todas sus medidas económicas, laborales y gremiales. La crisis no expresó el fracaso de la política de la década de 1990, del Consenso de Washington, sino que fue la consecuencia inevitable del éxito de esa política. Y puso fin al gobierno falsamente progresista de la Alianza UCR-PJ, encabezado por Fernando de la Rúa.
     El país se vio hundido en su más profunda crisis, entró en cesación de pagos y creó un ejército de desocupados inédito en la Argentina. De la Rúa había inaugurado su mandato en 1999 asesinando a dos trabajadores en el puente de Corrientes, cortado por docentes en huelga. Y el 20 de marzo del 2001, rescató del tacho de basura en el que la población lo había tirado ya en 1996, al repudiado ministro Domingo Cavallo, para volver a ponerlo al frente del Ministerio de Economía. En pocos meses, Cavallo decidió enterrar el 1a1 creado por él en 1992, para supuestamente frenar la fuga de capitales que se venía produciendo a lo largo del año. El 1 de diciembre de 2001 se decretó el Corralito, pero con un aviso previo off de record a los bancos y las grandes empresas monopólicas, lo que facilitó que durante la última semana de noviembre se fugaran US$ 10.000 millones (¡en tan solo siete días!). En consecuencia, el Corralito vino a salvar a los bancos, cuyas arcas estaban vacías, prohibiendo a los ahorristas el retiro de sus fondos y fijando un tope de $ 250 semanales incluso para los retiros correspondientes a salarios. Ni está de más decir que gran cantidad de empresas dejaron de pagar los sueldos, amparadas en el hecho real de que no podían disponer de los fondos “acorralados” en sus cuentas bancarias.
     Ya en el 2002, el gobierno de Eduardo Duhalde decidió una devaluación del 300 % de la moneda nacional. Es decir, el 1a1 pasó a 1a   3, pero a los bancos se les permitió devolver los ahorros en dólares a un cambio de 1a1,40. Posteriormente, la presidencia de Néstor Kirchner le compensó a los bancos incluso ese miserable desembolso de 0,40 por cada dólar pagado, siendo que ellos mismos eran los principales responsables del vaciamiento.

Los actores sociales y políticos
La rebelión popular del 19-20 de diciembre del 2001 no fue un rayo en cielo sereno. Venía abonada por la recesión que había empezado a manifestarse a lo largo de todo ese año, acompañada por la creciente fuga de capitales. Hasta tal punto esto acicateó la resistencia de los trabajadores, que hasta la burocrática CGT presidida por Hugo Moyano se vio obligada a convocar a un paro general el día 13 de diciembre. Paro que fue completamente exitoso, en contraste con una movilización convocada por el líder cegetista un día antes en la Plaza de Mayo, que no superó los 3.000 manifestantes, siendo que el grueso de la concurrencia la aportaron las organizaciones de izquierda que se autodenominan “trotskistas” (MST, MAS, PTS, PO...), tal como vuelven a hacer este 19 de diciembre de 2012.
     El PJ tradicional (Duhalde), como siempre, no estuvo dispuesto a aceptar que el Estado lo manejara una fuerza política ajena a ellos (en aquel caso, la UCR) y, en el marco de la inestabilidad y el descontento social, la creciente pobreza y la desocupación masiva, los “punteros” e intendentes pejotistas fogonearon desmanes y saqueos a supermercados, manipulando la genuina desesperación de los más pobres. Los barrios del conurbano bonaerense eran recorridos por patrulleros que alertaban a los vecinos “cierren todo, porque están viniendo los saqueadores”. Y las persianas bajas impedían ver que no llegaban los anunciados saqueadores, al mismo tiempo que creaban una “histeria social” que dio el pie para que desde la Presidencia se anunciara el estado de sitio, alrededor de las 15 horas del día 19, y un discurso de De la Rúa a las 22 horas.
     Prudentemente, el grueso de la población se refugió en sus casas, esperando los anuncios presidenciales.
     Y después de las 22 llegaron las palabras de De la Rúa que encendieron la mecha de la rebelión popular: se mantiene el corralito y se impone el estado de sitio. Esa fue la alarma que hizo sonar la primera cacerola. Las calles se fueron llenando de vecinos que iban levantando barrio tras barrio, en dirección a la Plaza de Mayo. Llegados a Congreso, un descomunal despliegue represivo enfrentó a los manifestantes a gasazo limpio. Miles y miles de jóvenes hicieron, esa noche, un curso acelerado de cómo un pañuelo embebido en limón podía ayudar a protegerse del “disuasivo mensaje” policial.
     La mañana del 20, las radios anunciaban sendos comunicados de la CCC (Alderete) y la CTA (Luis D’Elía) donde anunciaban  la suspensión de una movilización de desocupados que tenían prevista desde un mes antes, porque “la plaza está llena de provocadores”. En la Plaza de Mayo, los caballos de la policía montada pisoteaban a las Madres, que habían adelantado su habitual ronda de los jueves en repudio al estado de sitio. De nuevo el humo de los gases intentó dispersar la indignación de los empleados que pululan habitualmente por la zona. La avenida de Mayo fue una batalla campal: la policía motorizada corría tras la gente, ostentando armas largas, amenazando a los que se asomaban a las ventanas y disparando hacia cualquier parte, “por las dudas”. Y la gente se replegaba para convertirse a su vez en perseguidores, empuñando piedras, vallas, tachos... lo que encontraban en el camino. La vanguardia en esta pelea fueron los “motoqueros”. Hacia las 19 horas, la policía ya había acabado con más de 30 vidas. Y a las 19.45 (Clarín, 21/12/2991) De la Rúa abandonaba su cargo, huyendo en helicóptero. La CGT de Moyano se limitó a guardar silencio.
     La turbulencia social se incrementó día tras día y la burguesía no lograba cerrar filas. Así, los mecanismos sucesorios previstos en la Constitución dieron lugar a sucesivos presidentes que caían como muñecos al calor de la furia popular. Hasta que el 31 de diciembre la burguesía cerró filas detrás de Eduardo Duhalde, y no hubo furia que alcanzara para voltearlo.
     Estos hechos se dieron en medio de que venía gestándose un incipiente proceso asambleario en los barrios de la capital federal, las principales localidades del Conurbano y algunas ciudades del país, con un peso mayoritario de trabajadores que debatían y decidían allí lo que les estaba vedado en sus lugares de empleo. Este fenómeno se acrecentó a partir de las jornadas de diciembre, y estableció una coordinación de sus acciones en el Parque Centenario. El punto más importante de su desarrollo se expresó en la convocatoria a movilizaciones en todo el país para el viernes 25 de enero de 2002.
Masivas movilizaciones sacudieron la mayoría de las ciudades del país, siempre enfrentadas por una brutal represión. Por primera vez, en la historia de los últimos 50 años del movimiento obrero del país, se llevaba adelante una medida de lucha nacional convocada por “los nadie”, por fuera de la CGT y los sindicatos tradicionales. Fue un verdadero “alerta rojo” para la burguesía.
Pero ante grandes crisis, sobre todo cuando cruje la institucionalidad, ahí está la iglesia católica  siempre dispuesta a actuar en las sombras, clandestinamente, para engañar, manipular y enfriar los ánimos de los explotados. Lo más lamentable, es que sus intereses coincidían exactamente con el de las corrientes de izquierda tradicionales (PO, MAS, MST, y otras): encolumnar el movimiento asambleario detrás de los desocupados, para disputarse la mayor tajada en la administración de la beneficencia del Estado; así, lo que no podían ganar en militancia genuina, se reemplazaba por las listas del hambre, para engordar las filas de sus respectivos aparatos. Altamira no vaciló en expresarlo con claridad en La Nación (24/2/2002): “[Se] necesita una transformación social, pero para eso hay que tener un programa y sólo puede ser dado por los partidos”.
     No por casualidad, todas las organizaciones de izquierdas  rechazaron de plano la propuesta de impulsar las asambleas barriales que la LSR les hizo llegar por iniciativa de Jorge Guidobono (ver recuadro). Por eso, junto con la Iglesia, contribuyeron a disciplinarlas y vaciarlas; y terminaron de enterrarlas cuando el PO y el MST se enfrentaron a trompadas en el Parque Centenario, disputando protagonismo de aparatos en la preparación del 1º de Mayo “unitario” (!!!!).

De la represión a los planes sociales
Constatado el hecho de que toda la efervescencia social carecía de una orientación política clasista revolucionaria, Duhalde apostó a aplastar al movimiento de masas mediante la represión. Así, el 26 de junio de 2002, en lo que se recuerda como “masacre del Puente Pueyrredón”, fueron asesinados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
     Estos asesinatos no hicieron más que reavivar el odio social que espontáneamente llenó la Plaza de Mayo en repudio a los hechos que, además, fueron documentados por los medios de difusión. Tan fuerte fue el repudio popular, que incluso en el feriado del 9 de julio derivó en una movilización de más de 100.000 personas, que Duhalde tuvo que cambiar su estrategia. Así, los planes sociales pasaron de 200.000 en junio, a 2 millones en octubre. Lo que no pudieron lograr las balas, lo logró la política de dividir mediante prebendas. Al mismo tiempo, se vio obligado a convocar a elecciones anticipadas en marzo de 2003 (cuando aspiraba a quedarse hasta octubre). Las izquierdas, como siempre a contramano, proponían boicotear las elecciones, como si un proceso revolucionario estuviera vivo, cuando, en realidad, la conquista electoral fue también un subproducto del repudio a la masacre de Avellaneda.
    
La era K
Por todo lo dicho, afirmamos que el gobierno de Néstor Kirchner (NK) fue un subproducto distorsivo del proceso subjetivo abierto en diciembre del 2001, de rechazo a la “era neoliberal menemista” y su continuidad en el gobierno aliancista (por ejemplo, De la Rúa firmó un decreto que extendió la concesión del yacimiento Loma La Lata en favor de YPF-Repsol hasta el 2027, plazo que trascendía ampliamente su mandato. Y una de las primeras medidas de NK fue decretar una nueva extensión hasta el 2047). Eso es lo que explica, a la vez, que el nuevo gobierno eligiera la bandera de los Derechos Humanos como un sello diferenciador del gobierno de Duhalde, que fue –a la vez– quien catapultó a NK al sillón de Rivadavia.
     En lo ideológico-social, el afán dominante de las masas era eminentemente democrático. No se trataba de un reclamo puntual, por aumento de salarios, o devolución de los ahorros... El grito predominante era “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, “Fuera la Corte Suprema”, “Sin radicales, sin peronistas, vamos a vivir mejor”... Junto a eso, se desarrollaba todo tipo de debates en la organización vecinal asamblearia y deliberativa. Por primera vez, el vecino que tenía algo para decir, se sentía escuchado por sus pares: el oscurantismo individualista de la década de 1990 se había roto.
     Este afán democrático se tradujo, en el ámbito del Poder Ejecutivo, en la política “de Derechos Humanos”, de un presidente que se proclamó “hijo de las Madres de Plaza de Mayo” y legitimó ampliamente la escasa votación obtenida en las urnas.
     Luego, la película es conocida por todos: el famoso “viento de cola” de la inédita suba de los precios de los commodities posibilitó años de crecimiento para la macroeconomía argentina. La gran burguesía se engolosinó con esa ganancia desmesurada y parasitaria, y cuando en el 2008 el Gobierno pretendió que un minúsculo porcentaje de las exportaciones fueran a las arcas del Estado para financiar a la industria local y a la ayuda social, pusieron “el grito en el cielo”, y empezaron su cruzada “por la libertad de expresión, la democracia, la independencia de la justicia, contra la corrupción...”.
     En septiembre de ese año, estalló la crisis económica del sistema capitalista mundial, con la quiebra de Lehman Brothers, e inevitables consecuencias también para las burguesías latinoamericanas, de las que la Argentina no está ajena. Como siempre sucede, a más crisis capitalista,  más enfrentamientos y hasta guerrerismo entre los distintos sectores burgueses para disputar quién se queda con la mayor tajada de plusvalía. No en vano, los yanquis reinstalaron la IV Flota en el Mar Caribe para controlar todo el continente sudamericano.
     En la Argentina, volvieron la inflación y un montón de padecimientos, incluyendo una nueva camada de desocupados.
     Pero, con todo, no hay el menor punto de comparación, para bien y para mal, entre la Argentina 2001 y la del 2012. La cacerola que sonó en aquellas jornadas puede ser la misma que sonó el 13 de septiembre o el 8 de noviembre. Pero el guiso que en ella se cocinaba es opuesto. Antes, la sociedad clamaba “que se vayan todos” y hoy, todos los enemigos de aquellas jornadas se han unido para dirimir la interna del PJ, en una suerte de reedición de la vieja “unión democrática”, tristemente célebre para todos los explotados de la Argentina, manipulando los genuinos reclamos obreros para llevar agua a su molino capitalista y oportunista.
     Los mismos que nunca se fueron, están hoy en la Casa Rosada y en actos y movilizaciones opositoras, de claro sesgo antiobrero. Esta oposición que cuestiona al Gobierno, lo hace porque quiere volver a las viejas políticas de ajuste y de entrega del patrimonio nacional a los grandes pulpos monopólicos multinacionales. Entre tanto, el mismo gobierno que se autotitula “nacional y popular” no hace más que subordinarse a la política exterior guerrerista estadounidense y amparar a la megaminería depredadora o monopolios contaminantes como Monsanto.
     Es decir, a 11 años de aquellos días, estamos ante esa misma necesidad de “Que se vayan todos”, pero habiendo constatado que para que se vayan, hay que echarlos. Y no de cualquier manera, ni a manos de cualquiera: hay que construir organismos de poder popular, asamblearios y democráticos para la lucha, que crezcan hasta disputarle el poder a quienes hoy lo detentan, y echar a los asaltantes capitalistas. Para instaurar un poder opuesto, de los explotados y oprimidos, que abra paso a una nueva sociedad, libre de toda cadena.
     Nada de eso será posible, si no cobramos conciencia de lo vivido, y no sacamos conclusiones de sus tareas pendientes. Entre otras, hoy tiene plena vigencia el reclamo de “CARCEL A DE LA RÚA, CAVALLO, DUHALDE y todos los que rifaron el país”, junto a la abolición de la ley antiterrorista con la que se penaliza la protesta social, aquí y en toda la América latina.
     No se trata, entonces, de solicitarle al capitalismo “que la crisis la paguen ellos”, porque eso es un mal chiste mientras sigamos viviendo en el sistema capitalista donde “ellos” son los que tienen el poder, tal como el Vaticano clamaba en los 90 por un “capitalismo humano”. Tampoco se trata de aconsejarle a la burguesía cómo solucionar su crisis, tal como las izquierdas le recomendaban la convocatoria a una Asamblea Constituyente frente a la crisis del 2001, para recomponer las instituciones a las que las masas le manifestaban su repudio.
     De lo que se trata hoy, es de revolucionar el país, y nuestras conciencias

La LSR no concurre ni convoca ni apoya el acto de Moyano-Micheli & Cía.
En las cacerolas de Moyano - Micheli & Cía
este 19/12 se cocina otro estofado


La Liga Socialista Revolucionaria NO CONCURRE NI ADHIERE en ningún aspecto al acto convocado por la CGT Moyano, la CGT Azul y Blanca, la Federación Agraria, la CTA Micheli, la UCR y un amplio espectro de organizaciones que se dicen de izquierda.
No marchamos del brazo de los burócratas, las organizaciones sociales y políticas patronales y los oportunistas de siempre.
Se parece más a una nueva "unión democrática" que a un acto obrero.
Por más que hablen de salarios y jubilaciones, los trabajadores sabemos que sus intereses no son los nuestros.
En este 11 aniversario del QUE SE VAYAN TODOS, hoy hacen su acto los que le dieron la espalda a la rebelión popular del 2001: algo huele a podrido hoy en la Plaza de Mayo, adentro y afuera de la Casa Rosada.

El día 20, marcharemos con diversos grupos que realizan actividades conmemorativas y de homenaje a los compañeros asesinados en aquella jornada. Nos reunimos a las 15 horas en Av. Belgrano y la 9 de Julio con los compañeros de Convocatoria por la Liberación Nacional y Social, para marchar hacia Av. de Mayo y Chacabuco, donde se realizará un homenaje a Petete Almirón, y luego confluiremos con otros sectores que marcharán hacia la Plaza de Mayo.
Y seguimos sosteniendo el reclamo de CÁRCEL a DE LA RÚA, a DOMINGO CAVALLO, a DUHALDE y a todos los que rifaron el país.
LIGA SOCIALISTA REVOLUCIONARIA
(19/12/2012)

INDIGNA aunque no sorprende

SOLIDARIDAD con SUSANA TRIMARCO
A todos los compañeros y conocidos:
No pretendemos elaborar aquí el superanálisis de la situación política nacional e internacional, e histórica que da marco a este tipo de hechos legalmente aberrantes a manos de las clases explotadoras.
Simplemente, quiero transmitirles la INDIGNACIÓN visceral que provoca el fallo consagratorio de la impunidad en el caso MARITA VERÓN.
NO SORPRENDE. Pero que no sorprenda, no puede quitarnos la capacidad de indignarnos. De lo contrario, nos declararíamos muertos en vida. 
Marita Verón no se merece eso. Susana Trimarco, menos. 
No perdamos la capacidad de indignarnos ante cada atropello aberrante de lo que significa la dominación de clase.
Toda nuestra solidaridad para Susana Trimarco.
Más que nunca:
QUE SE VAYAN TODOS los explotadores (nacionales e internacionales), sus agentes políticos, judiciales, militares, policiales, eclesiásticos, los burócratas y los represores. Para que se vayan HAY QUE ECHARLOS
REVOLUCIÓN SOCIALISTA o más BARBARIE CAPITALISTA
Viernes 16 de Noviembre - 18 hs. Plaza de Mayo
CORREPI presenta el ARCHIVO de casos 
de personas asesinadas por 
el APARATO REPRESIVO ESTATAL
La Liga Socialista Revolucionaria convoca a participar, y adhiere con el siguiente texto:

Como en 1996, año tras año, la Liga Socialista Revolucionaria acompaña esta nueva presentación del Archivo de Casos. Es una herramienta fundamental para la militancia popular y para quienes bregamos por la revolución socialista internacional para terminar con este sistema de barbarie capitalista que necesita cada vez de más guerras y menos libertades. Así lo demuestra en estos días el nuevo “asesinato selectivo” realizado por el Estado de Israel contra el principal líder de Hamas, para desatar una nueva ofensiva genocida contra el pueblo palestino.
Como bien dice la convocatoria, “la represión es una política de Estado” y “es la política común de los diferentes gobiernos desde 1983”.
Al ritmo vertiginoso de la crisis económica capitalista, crecerán también los ataques a los derechos laborales y gremiales, y seguirá creciendo la represión, sea de las fuerzas represivas estatales, de las bandas paraestatales o sindicales, y hasta con toda la fuerza de las leyes: para eso han votado sucesivas leyes “antiterroristas”.
La asonada golpista de la Gendarmería y Prefectura vino a demostrar que sus reclamos sólo sirven para fortalecer su naturaleza represiva porque son parte constitutiva del Estado capitalista, que requiere del monopolio de las armas para someter a las grandes mayorías al poder de las burguesías locales e internacionales.
Por eso apoyamos esta actividad que Correpi desarrolla CON ABSOLUTA INDEPENDENCIA DEL ESTADO CAPITALISTA Y SUS GOBIERNOS DE TURNO, sin marearse con los vaivenes políticos y los engaños de las clases dominantes.
- Por los 3.700 COMPAÑEROS ASESINADOS
- Por los 197 DESAPARECIDOS
- Por los 68 COMPAÑEROS ASESINADOS por luchar, y los miles de perseguidos
- Por la LIBERTAD DE LOS PRESOS POLÍTICOS
- CONTRA LA IMPUNIDAD DEL ESTADO DE LOS EXPLOTADORES,
SUS GOBIERNOS DE TURNO Y LOS BURÓCRATAS A SU SERVICIO:
¡ORGANIZACION y LUCHA!
Fraternalmente,
LIGA SOCIALISTA REVOLUCIONARIA
¡¡TU PRESENCIA ES NECESARIA 
para denunciar con más fuerza 
la represión policial e institucional!!

RECHAZAMOS EL CACEROLAZO DEL 8 DE NOVIEMBRE
POR SU CARÁCTER ANTIOBRERO Y ANTIDEMOCRÁTICO
(Declaración de la Liga Socialista Revolucionaria)
Buenos Aires, 3 de noviembre de 2012

No solo no apoyamos la próxima manifestación de cacerolas presentada como protesta democrática contra el gobierno, sino que la rechazamos con toda la energía por su verdadero contenido antiobrero y antidemocrático.
En primer lugar, porque detrás de la convocatoria atribuida a las llamadas “redes sociales” operan los viejos y conocidos intereses de la cúpula eclesiástica, el multimedios Clarín, los terratenientes de la Argentina y todo el arco de la reacción nacional, incluidas las fuerzas armadas que, hace tan solo unas semanas protagonizaron su propia asonada golpista bajo la forma de un reclamo salarial.
Las reaccionarias expresiones lanzadas en cámara por los manifestantes el día 13 de setiembre y los escabrosos pronunciamientos posteriores en las mismas redes de parte de cuestionados personajes de la oposición capitalista, han demostrado que la moderna forma de convocatoria por internet  o el popular método de las cacerolas, son el enjuague necesario en función de confundir a la población para obtener su apoyo.
Apoyo que no obtuvieron en las urnas pero que necesitan en la calle para generar un clima destituyente, que puede olerse en el perfume de las señoras con mucama que asisten al encuentro para gritar contra el cepo cambiario, a favor de la libertad de expresión del Grupo Clarín (¿acaso no la tienen?) o contra el voto juvenil a los 16 años.
En el marco de este rechazo visceral a la convocatoria, desde la LSR combatimos políticamente al gobierno nacional por sus verdaderas políticas de ajuste llamadas hoy “sintonía fina” contra los sectores populares; por la avanzada criminalización de la protesta; por su implícito pacto con la policía que se encarga de limpiar el terreno de la rebeldía a fuerza de gatillo fácil en las barriadas obreras; por ceder terreno a las fuerzas armadas cuando estas se hacen oír con las armas en la mano; por haber sido Néstor Kirchner el que le ofrendó el millonario negocio de Multicanal a Clarín…
En resumen, lo combatimos, porque es un gobierno que representa a la clase capitalista en su conjunto y, por ello, es enemigo mortal de los trabajadores y el pueblo pobre. 

LA LSR CUMPLE 20 AÑOS

El 3 de noviembre de 1992 salió a la calle el primer número de Bandera Roja. Fue el producto de que el 10 de octubre de ese año, Jorge Guidobono, acompañado de medio centenar de militantes provenientes del MAS, fundaron la Liga Socialista Revolucionaria. Lo hicieron levantando la bandera de la revolución socialista internacional, ante la debacle de las organizaciones trotskistas tradicionales que no hacían más que bajar esas banderas, impactadas por la caída del Muro de Berlín y la guerra de desmembramiento de la ex Yugoslavia, ambos acontecimientos con los que los imperialistas intentaban convencernos de que estábamos ante el "fin de la historia".

Han pasado 20 años, y la LSR sigue aquí. No para plantar una bandera testimonial, sino para seguir peleando por un rumbo que, en última instancia, es lo que de la mano de Guidobono hemos dado en llamar "Revolución Socialista, o más Barbarie Capitalista".
Con esto queremos decir que la barbarie está presente, es nuestra realidad actual, no es una perspectiva a futuro. Por lo tanto, creemos más vigente y más necesaria que nunca la pelea por organizar a las fuerzas de los explotados que se dispongan a tirar abajo el orden imperante, en el momento que sea, y con los organismos masivos que sean capaces de crear al calor de esa pelea.
Saludamos a todos los que compartan, en todo o en parte, ese rumbo; a quienes lo han compartido durante un período de sus vidas; a todos aquellos con los que compartimos la pelea contra el Estado, expresada sobre todo en la lucha por los crímenes del Estado burgués, como la AMIA o Río Tercero; o por los crímenes contra los jóvenes pobres; o por la libertad de los presos políticos, en este país e internacionalmente; a tantos y tantos con quienes hemos compartido y seguimos compartiendo tantos tramos de nuestra breve pero intensa historia; y, sobre todo, a todos aquellos que ponen su esfuerzo cotidiano en esta causa y, muy particularmente, a quienes recientemente nos conocen y esperamos ganar para esta manera tan noble de vivir los años que nos toquen vivir.
A todos, queridos compañeros (salgamos por favor de la hipocresía del las/los) les deseamos seguir encontrándonos en la pelea por un mundo sin cadenas. ¡SALUD!
Un abrazo para todos los que se sientan involucrados en este mensaje,
LR
-- 
Liga Socialista Revolucionaria
QUE SE VAYAN TODOS los explotadores (nacionales e internacionales), sus agentes políticos, judiciales, militares, policiales, eclesiásticos, los burócratas y los represores. Para "que se vayan" HAY QUE ECHARLOS 
REVOLUCION SOCIALISTA o MAS BARBARIE CAPITALISTA


A dos años del asesinato de Mariano Ferreyra
Sábado 20 de octubre
Todos a la Marcha de Congreso a Plaza de Mayo
Nuestra cita:  15 hs. Santiago del Estero y Av.de Mayo
¡¡No podés faltar!!

El asesinato de Mariano fue parte de la disputa capitalista mafiosa de distintos sectores del poder para apropiarse, o retener, millonarios negocios que les fueron regalados en la infame década menemista, a cambio de entregar un siglo de conquistas obreras a los monopolios privatizadores del servicio público ferroviario, y a los burócratas a su servicio que se asociaron a una tajada del negocio. La patota de la Unión Ferroviaria y su jefe José Pedraza son una parte de ese poder actuante bajo la sombra del estado capitalista.
Así lo han demostrado siempre, incluso, hace tan solo 15 días cuando con escalofriante impunidad se produjo la desaparición, la golpiza y la “restitución” del testigo más importante de la causa, Alfonso Severo.
Todo indica que, al margen del justo reclamo para que se castigue a los responsables por la vía jurídica institucional, lo más importante es mantener el estado de movilización social en las calles, y la marcha del 20 es una oportunidad más para hacerlo.
Tiene que ser masivo y ruidoso el repudio social contra las mafias empresariales-sindicales, sus socios en el Estado y sus aliados policiales, gendarmes y prefectos, todos ellos unidos en la reciente asonada golpista bajo la forma de reclamo salarial... A todos ellos no los frenaremos en los pasillos de la justicia burguesa, la misma justicia avala su función para la represión.
Nuestra mejor defensa es nuestra necesaria organización para una lucha que vaya al hueso del problema, que se ganará en las calles o se perderá en las instituciones del mismo Estado capitalista que representa los intereses de los que asesinaron a Mariano.
POR MARIANO FERREYRA
Cárcel a Pedraza
Fuera las mafias empresariales, sindicales, policiales, y sus partidos políticos aliados.
QUE SE VAYAN TODOS
QUE NO QUEDE NI UNO SOLO
PARA QUE SE VAYAN: HAY QUE ECHARLOS
POR JULIO LÓPEZ,
POR LOS MÁS DE 3.000 JÓVENES ASESINADOS POR LA REPRESIÓN POLICIAL E INSTITUCIONAL:
ORGANIZACIÓN Y LUCHA
LIGA SOCIALISTA REVOLUCIONARIA

La LSR NO MARCHA A PLAZA DE MAYO el 10/10

Ante la convocatoria encabezada por la CTA Micheli, con el apoyo de Binner, Federación Agraria, la UCR, Moyano, Venegas, PO, MST, Izquierda Socialista, entre otros, la Liga Socialista Revolucionaria:
- APOYA los reclamos en defensa del salario y contra la ley Antiterrorista.
- RECHAZA el carácter de acto político que tiene la convocatoria del 10 de octubre, tal como ocurrió el 27 de junio. 
- DEFENDEMOS el derecho al paro por las múltiples reivindicaciones que se viene desarrollando en numerosas empresas y dependencias estatales. 
- DENUNCIAMOS que los genuinos reclamos de los trabajadores intentan ser utilizados como elementos de presión para definir la interna del PJ y de toda la estructura gubernamental del país, como si se jugara un partido de fútbol entre kirchneristas y antikirchneristas. Bajo esas "camisetas", se diluye el papel de la gran burguesía y su Estado en contra de los intereses de la clase trabajadora. Como si existiera un gobierno nacional que sólo se representa a sí mismo y no a los grandes negocios (como la megaminería contaminante o la "patria sojera", ambas igualmente depredadoras) que realizan ganancias incalculables, pero no soportan que se pretenda frenar tibiamente la permanente fuga de capitales que se llevan al exterior.
- La LSR NO CONCURRE NI ADHIERE A LA MARCHA a Plaza de Mayo.


ASONADA GOLPISTA e IMPUNIDAD


Ante los gravísimos acontecimientos producidos en las últimas horas:
1.  REPUDIAMOS la asonada protagonizada por las fuerzas de Gendarmería y Prefectura: son parte constitutiva del Estado capitalista que requiere del aparato represivo para sostener mediante el monopolio de las armas el poder la burguesía, sometiendo a ese poder a las grandes mayorías explotadas.
2.  DENUNCIAMOS el carácter golpista y antidemocrático de la asonada, que surge de la propia naturaleza de sus protagonistas: en los marcos de este régimen político constitucional de la burguesía son fuerzas que deben subordinarse al Poder Ejecutivo Nacional. Cualquier levantamiento protagonizado por ellos en situaciones “normales” de la dominación capitalista, sólo puede ser entendido de esa manera. Es la única interpretación posible, al igual que en ocasión del levantamiento policial en Ecuador contra el presidente Correa hace dos años.
3.  NO ES UNA HUELGA DE “TRABAJADORES”. Por el contrario, ellos son los encargados de reprimir a los trabajadores cuando la policía no alcanza. Y así lo han demostrado sistemáticamente: la Gendarmería acompañó la asunción de De la Rúa matando a dos docentes en el puente de Corrientes; la Prefectura reprimió salvajemente a los cientos de despedidos del Casino de Buenos Aires cuando éstos intentaban recuperar sus puestos de trabajo, durante el gobierno de Néstor Kirchner. Son apenas dos ejemplos de la actividad que han realizado ambos todos estos años de “democracia”.
4.  NUNCA HICIERON HUELGA PARA NEGARSE A REPRIMIR A LOS TRABAJADORES. En consecuencia, sus reclamos sólo sirven para fortalecer su naturaleza represiva. Su método “asambleario” es el motivo por el que fueron a partirle la cabeza a los trabajadores que actúan así para defenderse de las patronales o de los ataques de las patotas sindicales.
5.  NO CUIDAN LAS FRONTERAS “EN DEFENSA DE LA SOBERANÍA NACIONAL”. Las fronteras son permanentemente violadas por contrabando, narcotráfico, piratería marítima, etc., mientras ellos siempre “miran para otro lado”. Pero sí están atentos para detener a cuanto militante popular cruza las fronteras en busca de asilo político.
6.  DENUNCIAMOS la responsabilidad política del gobierno encabezado por Cristina Fernández, en tanto es el Comando en Jefe de todas las fuerzas represivas.
7.   NOS COMPROMETEMOS a actuar en defensa de las libertades democráticas y del gobierno mismo ante cualquier intento de avasallamiento por parte de fuerzas completamente ajenas a las necesidades y decisiones de los explotados, máxime en medio de las múltiples movidas alentadas en los últimos meses por parte de las fuerzas más reaccionarias de la sociedad.
8.  REPUDIAMOS EL SECUESTRO DE ALFONSO SEVERO. La movilización popular debe imponer investigación y castigo. ¡BASTA DE IMPUNIDAD!
L. RUBIALES (en representación de la LSR)
4 de octubre de 2012

CACEROLAZO REACCIONARIO 
contra la clase obrera 
y los pobres

La LIGA SOCIALISTA REVOLUCIONARIA denuncia el carácter reaccionario y antiobrero de las movilizaciones realizadas el 13 de septiembre (y las que se anuncian para los próximos días). Respetamos todas las opiniones en torno a las gestiones gubernamentales, y defendemos el derecho a expresarlas, lo cual está hoy garantizado, tal como lo demuestra la manifestación misma. Desde esa ubicación –que estamos dispuestos a defender con uñas y dientes si se viera amenazada–, denunciamos el carácter reaccionario de la movilización manipulada por sectores de la clase dominante explotadora que no se sienten representados por este gobierno, pese a que es el responsable de las mayores ganancias que han logrado a lo largo de décadas en la Argentina.
     La LSR no le pide peras al olmo. Sabemos que un gobierno burgués no tiene más obligación que velar por los intereses de la burguesía: y eso es lo que viene haciendo consecuentemente la administración Kirchner en sus tres gestiones. Pero las repercusiones de la crisis internacional que estalló en el 2008 abrieron fisuras entre los capitalistas, y se disputan cuál es la tajada de plusvalía que le toca a cada uno; y de qué manera conviene explotar a los trabajadores, si mediante mayores ajustes y mayor represión, o mediante la ampliación de los gastos del Estado para fomentar el consumo.
     Sobre esta base, queremos puntualizar algunos aspectos de las manifestaciones reaccionarias del 13 de septiembre, que desarrollamos a continuación.

1. Programa político. ¿Por qué se movilizaron? ¿Cuál es su propuesta política?: ninguna. Nos parece que el detonante es la imposición de medidas cambiarias restrictivas. Muchos pusieron “el grito en el cielo” debido al tibio control de cambio instrumentado por el Gobierno. Tildaron de “inconstitucional” la medida y muchos popularizaron la expresión “¡estamos en Cuba!”, aludiendo a que, supuestamente, no se puede salir del país. ¿Cómo se explica entonces la presencia de unos 3.000 argentinos en Las Vegas, para ver la pelea de “Maravilla” Martínez?... 
     Parecería que estos sectores, añoran las “bondades” del uno a uno de la década de 1990, que posibilitó que unos tres millones de argentinos veranearan en el exterior durante años, al mismo tiempo que hipotecó la Argentina y la llevó a la debacle que se expresaría a comienzos del nuevo milenio; siempre de la mano de Domingo Cavallo, que ahora volvió a la Argentina y se da el lujo de cuestionar la política económica actual, frente a la amplia libertad de ahorrar en dólares que existía bajo su gestión (¡los mismos dólares que se robaron los bancos mediante el corralito impuesto por el mismo Cavallo!!!).

2. Mordaza política. “No a la reforma de la Constitución” era la consigna central que mostraban las tapas de Clarín y La Nación, que reproducían carteles, prolijamente “fotoshopeados” con esa consigna... En particular, se oponen a la posibilidad de una re-reelección por parte de Cristina Fernández. Sin embargo, estos sectores –y, lamentablemente, ningún otro– no se opusieron a la última reforma de la ley de partidos, que instauró las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) el año pasado. Todas las fuerzas políticas –las burguesas y también las autoproclamadas “obreras”– se sumaron a la reforma proscriptiva, por acción u omisión. Nadie hizo centro en la necesidad de derribar esta nueva ley, que atropella y cercena las libertades públicas. Y la población concurrió masivamente a las urnas el 14 de agosto de 2011 y luego en octubre... pero ahora, un sector se queja de la legitimidad del 54% obtenido con esa misma ley.

3. El carácter “destituyente” de la movilización. Mientras no estemos a un paso de “la revolución”, con organismos de doble poder en desarrollo, la destitución de un gobierno legalmente electo no tendría necesariamente consecuencias positivas. ¿Quién lo reemplazaría hoy?, ¿qué organismos populares surgidos al calor de la lucha antigubernamental tomarían el poder para instaurar una sociedad de signo opuesto?... En el 2001-2002 podíamos apostar a la maduración de las asambleas populares. Pero, hoy, ¿qué organismos populares expresarían un poder alternativo de los explotados y oprimidos?... Las movilizaciones iniciadas en el 2001 se daban por fuera y en contra de la institucionalidad vigente. Las movilizaciones del 13 de septiembre, por el contrario, se dan dentro de los marcos –y en refuerzo– de la constitucionalidad vigente: por eso exigen el respeto a la constitución menemista (fruto del Pacto de Olivos) que nos metió de lleno en la política del imperialismo de “lucha contra el ‘narcoterrorismo’” y en la política de la iglesia católica de “defensa de la vida desde la concepción”.
     Dentro de los límites impuestos por el sistema que ellos defienden, parecería que esta oposición burguesa tiene un problema: a lo largo de diez años, no han logrado articular una representación política capaz de presentarse como alternativa ante las masas populares contra la propuesta del kirchnerismo. Ante esa carencia, salen a las calles a reclamar “que se vaya ella”, a sabiendas de esa falta de alternativa, con lo cual están diciendo a las claras que están dispuestos a una salida golpista bajo las formas “modernas” en que ésta pueda instrumentarse (antes eran los milicos y, ahora, pueden tener expresiones civiles, tal como lo demuestran los recientes casos de Honduras y Paraguay, de la mano de la nueva política yanqui para nuestros países).  

4. Libertad de expresión. Si no la hubiera, sería inimaginable que nos hayamos enterado de la convocatoria del 13 de septiembre. Al contrario, ha  tenido amplia difusión. En un gobierno totalitario o dictatorial, simplemente no hubiéramos sabido de su convocatoria; los sitios de Internet que las publicitaran estarían bloqueados, y los canales de televisión que tanto las difunden hubieran sido censurados. Entonces, ¿qué reclaman?, ¿son todos quinceañeros sin experiencia?, ¿no saben cómo actúan las dictaduras?... o, simplemente, quieren “vendernos” una realidad que no existe. 
     La LSR –enemiga de este gobierno como de todo gobierno capitalista– sostiene que no ha conocido un período de tan amplia libertad de expresión en toda la historia del país, dentro de la mentirosa “libertad” que existe en el sistema capitalista y su régimen político de democracia burguesa. El hecho de que por iniciativa gubernamental, por ejemplo, se haya suprimido el delito de “calumnias e injurias contra funcionarios públicos” habla por sí solo. Nadie es reprimido ni censurado por insultar a la Presidenta, por desearle públicamente la muerte, por acusarla de corrupta... como si la corrupción no fuera propia del sistema capitalista; como si todo el dinero acumulado por ellos no fuera robado a la fuerza del trabajo. 

5. El recurso del método. El “método” del cacerolazo para nada define el “contenido” de las movilizaciones. Un método es una simple herramienta. Incluso la huelga –método propio de la clase obrera– puede ser utilizada por las patronales y otras fuerzas de la reacción (por ejemplo, la lucha encabezada por la SRA en el 2008): a eso le llamamos “lockout”. Recordemos que los cacerolazos fueron inaugurados por la clase media chilena durante el gobierno de Salvador Allende en Chile. Sin embargo, en la Argentina del 2001, las cacerolas fueron la expresión del descontento popular mayoritario que se fue acumulando y estalló frente al estado de sitio y el corralito –que significó no sólo la confiscación de los ahorros, sino el ataque a los ingresos de los asalariados, el vaciamiento de las cuentas del Estado (en una semana se “fugaron” US$ 10.000 millones), etcétera. El golpeteo de las cacerolas expresó, en aquellos días, el “Que se vayan todos”, muy distante del actual reclamo, minoritario, por la destitución de la Presidenta. 

6. “¡Viva la muerte!” En más de 50 años no habíamos vuelto a oír expresiones tan propias del fascismo como ésta. Sin embargo, en los últimos meses, hemos visto –salvo que no queramos verlo– reaparecer expresiones como las que rodearon a Eva Perón, en plena agonía, por parte de la “oposición”: “Viva el cáncer”, decían en aquellos días; y “Viva el cáncer” volvieron a decir ante la internación de la Presidenta por un problema de tiroides. Ni que hablar de la presencia de esvásticas en la Plaza de Mayo el 13 de septiembre. La LSR repudia visceralmente toda expresión que vitoree la muerte como forma de resolución de los problemas. Del mismo modo que ayer se llamó “la rea” a Eva Perón, hoy –a través de la revista Noticias– se prostituye la figura presidencial, en una nota carente de todo contenido mínimamente coherente.

7. No somos “ni-ni”. La mayoría de las agrupaciones de izquierda que conocemos se han pronunciado con la política del “Ni-Ni” (ni con unos, ni con otros), que inauguraron en marzo del 2008. La LSR rechaza esa política. Por el contrario, se pronuncia categóricamente en contra de esas movilizaciones y de sus demandas. 
     Esta pelea no opera sólo “en las alturas”, en forma ajena a los intereses de los explotados. Si bien es innegable el enfrentamiento de algunos sectores de la gran burguesía (que, por supuesto, cuenta con el apoyo de franjas de la población) con el Gobierno, es en primer lugar una pelea contra los explotados y los pobres, contra todo mínimo atisbo de soberanía nacional y contra las libertades públicas. En consecuencia, esta pelea no nos resulta indiferente ni es ajena a nosotros. El 13 de septiembre se ha manifestado un sector de la sociedad (insistimos, minoritario, aunque no por eso menos peligroso), que es el mismo que apoyó la lucha “del campo” en el 2008; es el mismo que reclama “mayor seguridad”, pero es indiferente ante los crímenes de la policía en los barrios pobres; es el mismo que reclama “mano dura” junto al falso ingeniero Blumberg; es el mismo que reclama represión ante cada lucha obrera o corte de calles piquetero... 

8. El carácter de clase de la movilización. En los lugares de trabajo, compañeros que vieron con muy buenos ojos la movilización de Moyano del 27 de junio, por la supresión del impuesto a las Ganancias sobre el salario, se mostraban estupefactos ante los hechos del día 13, y se preguntaban “de qué se quejan” estos manifestantes. Nos estamos refiriendo a trabajadores descontentos con el Gobierno y que tienen más de una razón para protestar: dentro de nuestras modestas fuerzas, no encontramos que esos trabajadores se sintiesen representados por esta “lucha” ni mucho menos atraídos por su convocatoria. Pero aun cuando hubiese habido una importante presencia obrera, eso no hubiera cambiado el carácter de clase de la manifestación. ¿Acaso una importante franja de los trabajadores no apoyaron el uno a uno y la reelección de Menem?, ¿acaso no fueron miles los que aceptaron con entusiasmo los despidos encubiertos bajo la forma de “retiros voluntarios”? ¿Eso hace menos nefasta la política instrumentada durante la década de 1990?...
     Hechos como éstos, o los abordamos como “intereses del pueblo”, o como “intereses de clase”. Esta última es la óptica con que los aborda la LSR.

9. ¿El gobierno es el responsable de todo lo que ocurre? Por supuesto que sí. Pero no precisamente por los motivos que ellos les reprochan. Lo que más irrita a los recientes manifestantes es todo aquello que genera simpatía por el gobierno: el castigo a los genocidas; la asignación universal por hijo; el ajuste automático de las jubilaciones; la construcción de viviendas populares... La LSR, por el contrario, no aplaude a este gobierno, porque la LSR no pelea por “una mejor distribución de la riqueza”, sino por la supresión de toda desigualdad social. Cada gobierno de turno es el “comité ejecutivo” para la administración de todos los negocios de la burguesía y de sus consecuencias. Denunciamos a este gobierno burgués por todos sus compromisos con los imperialismos yanqui y europeos (más allá de todo su palabrerío ante la ONU) que han llevado al “desendeudamiento” pagando la ilegítima deuda al FMI; por haber puesto la causa AMIA al servicio de la política guerrerista de Estados Unidos; por la represión a los QOM; por la política de exterminio de jóvenes pobres que registra más de 2.000 asesinados por la represión policial e institucional durante las gestiones kirchneristas; por la extradición de seis campesinos paraguayos y dos militantes chilenos que buscaron asilo político en el país, y fueron entregados a la “justicia” stroessnerista y pinochetista que siguen vigentes en ambos países; por la sanción sucesiva de las leyes antiterroristas; por la implementación del proyecto X; por la multiplicación de las fuerzas represivas con la Gendarmería en las calles; por su política de ataques antiobreros (como la tendinitis en el subte y “los docentes son vagos”); por el sostén del negocio capitalista del transporte que condujo a la masacre de Once; por la segunda desaparición de Julio López; por su aval a la megaminería depredadora; por permitir que Monsanto y Benetton posean y controlen la mayoría de las tierras; por su compromiso con el Vaticano de no admitir siquiera el debate parlamentario sobre la despenalización del aborto...

10. Nuestra política contra la burguesía y sus gobiernos no es un afán de venganza: nos mueve un objetivo muy superior, la liberación de las cadenas de la explotación, para el goce de una sociedad plenamente humana, en armonía con la naturaleza, para lo cual se requiere de las más amplias libertades. Por esa sociedad peleamos. En ese camino, promovemos la lucha cotidiana por todas las reformas necesarias para paliar las carencias de las grandes mayorías explotadas. Apostamos a que, al calor de esas peleas, se vayan cultivando organismos de lucha independientes del Estado, las patronales y las burocracias a su servicio. Al mismo tiempo, no nos cansaremos de repetir: “Revolución socialista, o más barbarie capitalista”. - - -