(16/12/2009) Por Rubén Carballo
A más crisis: más represión

En esta época de crisis capitalista internacional, las burguesías imperialistas y sus estados multiplican las guerras de ocupación, para disputar en favor de sus bolsillos el control de cuanta riqueza florezca en el planeta. Allí donde no invaden a sangre y fuego (como lo hacen desde Irak hacia China), siembran los territorios y los mares de bases militares, como lo hacen en Colombia y reinstalando la IV Flota en la costa norte de Sudamérica, o ensayando nuevos golpes de Estado, como en Honduras, para preparar futuros asaltos sobre Venezuela, Bolivia o Cuba. En los países adonde no ha llegado la guerra convencional, como la Argentina, los capitalistas y su Estado siguen practicando una sistemática política de exterminio de los jóvenes pobres.
La Liga Socialista Revolucionaria adhiere y comparte las denuncias en torno al asesinato de Rubén. Como a tantos, le ha tocado a él ser víctima de las miles de vidas que se cobra el Estado sobre la juventud. ¿Por qué?, por el simple “delito” de ser joven.Con mucho dolor, vemos a cientos de familias que claman por justicia; y que, contradictoriamente, equiparan el reclamo contra la llamada “inseguridad” con el de “más policía”.¿Es lógico pedir más policía, después de ver el bochornoso accionar -mejor dicho, la absoluta inacción- de la policía para, simplemente, encontrar a las víctimas de un accidente de tránsito, como la familia Pomar?
Con la represión en Viejas Locas, que costó la vida de Rubén Carballo, como hace ya varios años fue la de Walter Bulacio, el sistema de explotación está indicando que necesita domesticar a la juventud: a la que tiene recursos para asistir a un recital, la mata porque sí; a la que no tiene recursos, le extrema los límites de la marginación, para que los pobres se maten entre sí.
Pero nada supera la labor asesina del Estado capitalista que, a más crisis, responde con más represión, menos libertades y más balas. Nada se dice del pibe pobre que es asesinado por el Estado, CADA 28 HORAS, según el último informe del Archivo de Casos presentado por Correpi. Ellos y ellas, para el Estado, para su gobierno, para sus medios de (des)información, no merecen formar parte de la campaña de terrorismo ideológico que llaman "inseguridad".
La pérdida de Rubén y otros más de 2.800 pibes asesinados por el Estado desde 1983, no la vamos a recuperar nunca. Lo que podemos recuperar, es la capacidad de pelear hasta el final, hasta que el Estado sea derrotado por las masas populares que aspiran a un simple bienestar: el de vivir como seres humanos.
Desde WALTER BULACIO hasta RUBEN CARBALLO;
Desde la represión en LA TABLADA, hasta la masacre de la AMIA:
la misma clase dominante explotadora;
el mismo Estado terrorista.
Contra la represión y los crímenes del Estado:
ORGANIZACION y LUCHA
Organicemos Poder Popular para "Que se Vayan Todos",
porque para que se vayan
HAY QUE ECHARLOS