A 92 años de una “Semana Trágica”
para los capitalistas

Hace 92 años, entre el 7 y el 19 de Enero de 1919, los obreros en Argentina protagonizaban uno de los procesos de lucha y organización más importantes de los explotados en el país, en su mayoría inmigrantes europeos.
La crisis económica producto de la Gran Guerra descargaba sus consecuencias sobre los trabajadores del planeta. En Buenos Aires, la huelga es iniciada por los trabajadores de los talleres metalúrgicos Vasena en diciembre de 1918 en reclamo de aumento salarial en el marco de una inflación brutal, la reducción de la jornada de trabajo de 11 a 8 horas, el descanso dominical, el pago de horas extras, la supresión del trabajo a destajo y la reincorporación de despedidos por causas gremiales. La huelga se extiende a otros sectores obreros como marítimos, construcción y ferrocarriles.
La represión es la respuesta del gobierno y la clase dominante, que asesina al pintor Alfredo Castro el 1º de enero y provoca un salto en la pelea y organización de los trabajadores. Junto con ello, la burguesía acusa a los inmigrantes (judíos, rusos) de ser la causa de todos los males, buscando dividir al movimiento obrero en lucha con una política xenófoba.
El 9 de enero, 200.000 personas protagonizan una marcha por el entierro de los trabajadores caídos que también es reprimida violentamente, lo que multiplica los enfrentamientos entre la policía y bandas parapoliciales (organizadas por los conservadores y vinculadas a la Iglesia Católica) y los obreros. La lucha cobra tal dimensión que el presidente Yrigoyen pone a Buenos Aires bajo control del coronel Dellepiane, militarizando la ciudad.
Las presiones del gobierno yrigoyenista hacia las patronales para que concedan en algo a los reclamos obreros, junto con la feroz represión y persecución, ponen fin al proceso desatado por los trabajadores de Vasena.
Llamada “Semana de Enero” por los anarquistas, la clase dominante la ha hecho pasar a la historia como la “Semana Trágica” no por las vidas que se cobró entre los explotados (se calculan hasta 700 muertos), sino porque sintió el frío de la muerte al calor de la más heroica de las luchas obreras de este país.
Hoy, como hace 92 años, este sistema capitalista explotador alienta la xenofobia y el racismo para dividir y debilitar a la fuerza del trabajo, para que sean unos pobres quienes maten a otros pobres. Hoy, como hace 92 años, la burguesía quiere tapar el sol con la mano para que los explotados no vean que el problema de fondo es el capitalismo y que la única salida de progreso es construir poder popular asambleario para enfrentar y derrotar el poder capitalista. Hoy, como hace 92 años, esa es la única manera de abrir paso a una sociedad cosmopolita, igualitaria, fraterna y solidaria.

Contra la xenofobia y el racismo

Contra la impunidad del Estado genocida de los explotadores, sus gobiernos de turno y los burócratas a su servicio

Revolución Socialista o más Barbarie Capitalista

Liga Socialista Revolucionaria

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