8 de MARZO: 
Día Internacional de la Mujer Trabajadora
Marcha de Plaza de Mayo a Congreso
Cita de la LSR: 18 horas en Av. de Mayo y Sgo. del Estero
 En 1910 la revolucionaria Clara Zetkin propuso la instauración de este día, en reivindicación de las 128 obreras de la fábrica Cotton que murieron incendiadas por sus patrones cuando ocupaban la fábrica en reclamo de la jornada de ocho horas. Desde entonces, en esta fecha celebramos a las mujeres trabajadoras, que luchan contra la explotación y la opresión del sistema patriarcal-capitalista.
No se trata de la reivindicación de los derechos de las mujeres “en abstracto”, como si éstos estuvieran desvinculados de las clases sociales que los violan sistemáticamente y consideran a las mujeres como seres inferiores, pasibles de todo maltrato.
No se trata de “festejar” que un día nos regalen flores, para seguir los otros 364 con desigualdad salarial, con 300 femicidios al año, violencia física y psicológica en los hogares, acosos en las empresas, violaciones impunes, esclavitud sexual e impedimento de decidir libremente sobre nuestros cuerpos, según los dictados del Vaticano que, para vergüenza de la Argentina, forma parte integral del Estado. En el país, más de 600 mujeres y niñas han sido secuestradas por redes de trata. El reciente juicio por el caso Marita Verón puso nuevamente al descubierto la mafia policial-judicial que regentea el negocio de la trata de mujeres. Son las “desaparecidas de la democracia”.
Por todo esto, no reivindicamos a mujeres explotadoras ni a las que luchan por sostener el sistema de explotación capitalista mundial, su militarismo, su guerrerismo, su cercenamiento cada vez mayor de las libertades democráticas. Nada nos iguala, como mujeres, con las Ernestina de Noble, Michel Obama, Cristina Fernández, Angela Merkel, Margaret Thatcher, la reina de Inglaterra, Christine Lagarde, la princesa Máxima de Holanda...
El sistema que ellas defienden es el que en la Argentina condena a muerte a cientos de mujeres al año por abortos clandestinos o violencia doméstica; asesina a un pibe pobre cada 28 horas a manos de la represión policial e institucional; provoca masacres obreras como la de Once. Es el mismo sistema que tiene en prisión desde hace nueve años a Romina Tejerina. El mismo sistema que desapareció a Julio López. Y el mismo gobierno que nada hizo para investigar el caso, pero sí impuso la Ley Antiterrorista para criminalizar la protesta social.
Demos pelea para que este día sea otro paso en la acumulación de fuerzas por el destierro del sistema capitalista-patriarcal del poder, instaurando un poder opuesto: el de los explotados y oprimidos, para abrir camino a una sociedad en transición al socialismo, para empezar a acabar con la opresión de la mujer que, seguramente, comprometerá a varias generaciones por venir.
DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO
Libertad a Romina Tejerina
Separación de la Iglesia y el Estado
Revolución Socialista o más Barbarie Capitalista

No hay comentarios.: