(28/01/2010) HAITI y el Bicentenario de la Dependencia
Todos los medios hablan de la “catástrofe” que “devastó” Haití. Pero el pueblo de Haití vive en esa devastación desde hace 200 años. Porque los capitalistas de la región, asociados a los imperialistas de EEUU, España y Francia, jamás le perdonaron haber sido el primer pueblo que abolió la esclavitud y se independizó de las coronas europeas, en 1804. Y se trataba, básicamente, de esclavos capturados en Africa. La disputa del territorio entre Francia y España continuó, y también las rebeliones de los negros. En 1915 se produjo la primera invasión yanqui imponiendo un régimen militar. A partir de ahí, la intervención no cesó, tal como vemos incluso ahora, donde 10.000 marines ocuparon el país. En lugar de médicos y maestros, mandan tropas armadas para evitar que la pobreza se atreva a adueñarse de la comida abandonada en los grandes supermercados capitalistas.
No se trata de un pueblo que haya sido incapaz de tomar el destino en sus manos, como lo demuestra la historia, y tampoco lo es ahora. Al contrario, se lo ha combatido, justamente por atreverse a hacerlo. Hoy, la prueba está en que la mayoría de las vidas recuperadas de entre los escombros ha sido obra de los rescatistas civiles locales, y no de los miles de soldados ocupados en reprimir los supuestos “saqueos”.
Los trabajadores y explotados de América latina nada tenemos para celebrar en este Bicentenario que festejan, juntos, la mayoría de los gobiernos de la región y los jefes de las viejas potencias colonizadoras.
La lucha por la independencia es una tarea pendiente, desde Ushuaia hasta el Río Grande. Haití es la expresión extrema, cruda y descarnada de la dependencia, que las grandes potencias mantienen en ese estado, para que en los demás países pensemos que somos “otra cosa”, que “estamos bien”, que somos “blancos civilizados”. Tenemos la “libertad” de consumir todos sus productos excedentes, para que nos mantengamos en una total sujeción económica (y sumisión política), disfrazada de “independencia”.
Por todo esto, la independencia de los pueblos de América latina sólo podrá ser continental, y en lucha denodada para expulsar a los imperialismos, para lo cual hay que barrer también del poder a sus socios capitalistas locales.
O Revolución Socialista, o más Barbarie Capitalista