8 de Marzo: A 100 años de la
Declaración del Día Internacional de la Mujer
La LSR convoca a las 17.30 hs. en Callao y Rivadavia, para marchar por Callao y Corrientes hasta la Diagonal Norte y Cerrito, junto a compañeras de diversas organizaciones; en particular, las de Casa del Encuentro, que levantan la bandera contra la trata de personas. La LSR participará de esta actividad con sus propias posiciones, que sintetizamos en la siguiente declaración:

En 1910, la revolucionaria Clara Zetkin propuso la instauración de este día, en reivindicación de las 128 obreras de la fábrica Cotton que murieron incendiadas por sus patrones cuando ocupaban la fábrica en reclamo de la jornada de ocho horas. Desde entonces, en esta fecha celebramos a las mujeres trabajadoras, que luchan contra la explotación y la opresión del sistema patriarcal-capitalista.
No se trata de la reivindicación de los derechos de las mujeres “en abstracto”, como si éstos estuvieran desvinculados de las clases sociales que los violan sistemáticamente y consideran a las mujeres como seres inferiores, pasibles de todo maltrato.
No se trata de “festejar” que un día nos regalen flores, para seguir los otros 364 con desigualdad salarial, acosos sexuales en las empresas, violencia física y psicológica en los hogares, violaciones sin condena, esclavitud sexual e impedimento de decidir libremente sobre nuestros cuerpos, según los dictados del Vaticano que, para vergüenza de la Argentina, forma parte integral del Estado.
Tampoco se trata de considerar como ejemplos de “progreso”, a las mujeres que han llegado a altos cargos públicos porque se les ha hecho la “concesión graciosa” de imponer un “cupo femenino”, como se hace aquí y en otros países, en las listas políticas y sindicales.
En la Argentina, más de 600 mujeres y niñas han sido secuestradas por redes de trata de personas.
Son las nuevas DESAPARECIDAS de la “democracia”
(como Florencia Penachi, Marita Verón, Fernanda Aguirre y tantas otras).
Para el Estado, para su gobierno, para sus medios de (des)información, no merecen formar parte de la campaña de terrorismo ideológico que llaman "inseguridad".
¿Qué es más probable?: ¿que te maten por $ 20?, ¿o que te desaparezcan para integrar una red de prostitución, de esclavitud sexual, de tráfico de niños, de tráfico de órganos...?, ¿o que te mate el auto de un niño rico, aburrido, que sale a correr picadas con sus autos modificados?, ¿o que te mate un episodio de violencia doméstica?, ¿o que te mate la "bala perdida" disparada por tanto agente de Prefectura, Genarmería, Penitenciaría, Policía, acostumbrados a dirimir sus problemas o a celebrar sus borracheras, a balazos?, ¿o que te mate ese niño condenado desde la cuna a ser un marginal, porque le negaste una limosna para comprar el paco con que, en primer lugar, lo exterminan a él? ¿Dónde está la inseguridad?, ¿en el joven que delinque, o en la sociedad que necesita del delito para autojustificar su aparato represivo, sus prebendas, su corrupción y su obscena explotación?
No reivindicamos como exponentes de este día internacional de lucha a mujeres como Michel Obama, las presidentas Kirchner y Bachelet, la reina de Inglaterra o la princesa Máxima de Holanda que, con sus más retrógrados valores, luchan por sostener el sistema mundial de explotación capitalista, su militarismo, su guerrerismo, su cercenamiento cada vez mayor de las libertades democráticas, como se expresa en nuestro país con la nueva ley proscriptiva de partidos políticos, con el asesinato de un pibe pobre cada 28 horas a manos de la represión policial e institucional y con el nunca intentado esclarecimiento de la desaparición de Julio López.
Demos la pelea para que éste sea otro día en la acumulación de fuerzas por el destierro del sistema capitalista-patriarcal del poder, instaurando un poder opuesto: el de los explotados y oprimidos, para abrir camino a una sociedad en transición al socialismo, como primer paso para empezar a acabar con la opresión de la mujer que, seguramente, comprometerá a varias generaciones por venir.

Separación de la Iglesia y el Estado
La mujer bella es la que lucha por sus derechos
­Revolución Socialista, o más Sexismo y Barbarie Capitalista