A 35 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO CAPITALISTA GENOCIDA:
El jueves 24, como es obvio, la LSR participará de la marcha convocada en conmemoración del golpe de Estado de 1976. Como siempre, tenemos nuestro propio ángulo de visión de aquellos hechos, fundamentalmente basados en la necesaria denuncia del carácter de clase que dio lugar a ese nefasto período de nuestra historia. No nos asociamos a las actuales versiones "progres" que hablan de una "dictadura cívico militar", como hace todo el espectro del canal oficial y sus voceros "6-7-8". Un "gobierno cívico militar" era, por ejemplo, la política que reclamaba la dirigencia del Partido Comunista en aquellos años (cuando diferenciaban al fascista Menéndez del "demócrata" Videla, al mismo tiempo que cientos de sus militantes eran torturados o, directamente, desaparecidos). No hubo "dictadura cívico militar"; hubo dictadura militar impuesta por los grandes capitalistas para que los uniformados hicieran la tarea que no pudo terminar de realizar el gobierno de la viuda de Perón: aniquilar al activismo obrero clasista (no por nada, la propia Isabel Martínez fue presa, al igual que Lorenzo Miguel y hasta Menem), tarea que había iniciado el general Perón, bajo cuya presidencia se armaron las Tres A, que inauguró su accionar asesinando a tres militantes del PST en Pacheco (Pcia. de Bs. As.) el 29 de mayo de 1974 (en el aniversario del Cordobazo). La denuncia de la responsabilidad de "el general" le costó la vida (el 31 de julio de ese año) al diputado del Peronismo de Base, Rodolfo Ortega Peña.
Creemos que con esa definición (hoy en boga, de "dictadura cívico militar"), lejos de señalar las responsabilidades reales de los políticos, profesionales y empresarios que colaboraron con la dictadura, se está intentando ocultar el signo de la clase dominante explotadora que fue la que formó APEGE (que agrupaba desde la Sociedad Rural hasta los pulpos comerciales, de la construcción y la gran industria automotriz, pasando por toda la gran banca nacional e internacional) en agosto de 1975, luego protagonizó el lock out patronal del 16 de febrero de 1976, y abrió camino a la instalación de la dictadura militar a partir del 24 de marzo de ese año.
Hoy, nos dicen que hay una lucha entre "dos modelos". Pero resulta que, no sólo en la Argentina, sino a escala mundial, lo que se ve a las claras es que no se trata de "dos modelos" sino de UN MISMO SISTEMA CAPITALISTA EXPLOTADOR que descarga sus inevitables crisis sobre los hombros de los explotados, ayer con un método, hoy con otros.
Al mismo tiempo, al salir a las calles por la imprescindible recuperación de la memoria del pasado (que es una herida abierta en la Argentina, imposible de cerrar), es ineludible hablar de los más importantes hechos que están ocurriendo en otras latitudes; es decir, todo el proceso de rebelión de masas que las fuerzas imperialistas intentan sofocar mediante el actual "bloqueo aéreo" decretado contra Libia, en una nueva "santa Alianza" conformada por Estados Unidos, el Reino Unido de Gran Bretaña y Francia, con el aval de casi todos los gobiernos del mundo y la abstención cómplice de algunas "economías emergentes", como Rusia y Brasil.
El interés de todos ellos es la defensa de la propiedad de los grandes pozos petroleros de esa región. Nada les importan las vidas humanas que se pierden. No es casual que Naciones Unidas y la Liga Árabe se decidieran a "liberar a los libios del dictador Kadafi", a pocos días de que Kadafi voló dos depósitos petroleros para demostrar su poderío en Libia, un país gigantesco que es el segundo productor mundial del crudo de mejor calidad mundial.
Contra toda esta hipocresía imperialista, avalada por los gobiernos burgueses del norte de África, y también de muchos de los gobiernos latinoamericanos que hoy hacen alarde de la lucha por los Derechos Humanos contra los genocidios del pasado, la LSR ha emitido dos breves comunicados con los que participaremos en la movilización del jueves 24, que reproducimos a continuación.
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