DOMINGO 1ª DE MAYO
15.30 horas
Reunión Especial de la Liga Socialista Revolucionaria
Santiago del Estero 159 - 1º "3"
(esperamos construir entre todos una reunión/debate que finalice como máximo a las 20 horas)
Por un 1º de Mayo Anticapitalista, Antiburocrático, Obrero, Internacionalista, Socialista, Revolucionario
Revolución Socialista
o Más Barbarie Capitalista


A tod@s:
Para debatir cómo mejor organizarnos para enfrentar la situación actual y apoyar las luchas populares que desafían a los imperialismos en el mundo, TE INVITAMOS a que NO FALTES a la reunión que realizaremos el próximo domingo.
Este 1º de Mayo, como siempre, tenemos una cita ineludible para conmemorar la heroicidad de los primeros pasos de la lucha obrera. Es un día que nos hermana no sólo en el plano nacional sino como clase a escala planetaria, desde nuestros propios inicios. Hoy, con más de 100 años transcurridos, nos encontramos ante el hecho de que demandas tan elementales como la jornada de ocho horas siguen siendo una necesidad acuciante y una tarea pendiente.
En medio del más descomunal "progreso" alcanzado por la humanidad, la abrumadora mayoría de la población mundial se encuentra asediada por el hambre, la desocupación masiva, el embrutecimiento cultural, la degradación social, los desastres ambientales que ponen en riesgo la supervivencia misma del planeta...
Al ritmo de su propia descomposición, el sistema capitalista-imperialista desata una brutal pelea por la apropiación de la mayor masa de plusvalía posible en beneficio de su propio bolsillo, por lo cual cae en crisis constantes que, en la actual, no hace más que redoblar los enfrentamientos entre distintos sectores de la misma clase explotadora. A más crisis, más división entre la burguesía, y esto significa una dinámica hacia más guerras y más militarismo en los países supuestamente ajenos a ellas, como los nuestros.
La Argentina capitalista no es ajena a esta realidad. En el concierto de las naciones, le tocó beneficiarse del alza artificial de los precios de los commodities (alimentos y combustibles) después de haber tocado fondo en diciembre del 2001, tras la profunda derrota que significaron las privatizaciones de la década de 1990.
En medio de guerras, ajustes, y trasnochados "progresismos", la clase trabajadora internacional se encuentra ante el mismo dilema que en 1886: defender sus derechos elementales y afrontar el desafío de enfrentar a las clases poseedoras de toda riqueza, para frenar el constante drenaje de sus fuerzas en la confiscación de sus salarios, en la trata de personas, en el narcotráfico... todos “males”, emanados de este sistema de dominación.
Hoy, saludamos que aun en circunstancias trágicas, los pueblos del mundo siguen demostrando su voluntad de no suicidarse. Por lo contrario -desde Argelia hasta Siria, pasando por Túnez, Egipto, Libia, Bahrein, etc., todos precedidos por la pertinaz lucha de los pueblos palestinos-, vienen siendo un tsunami con una potencia superior a los que asolan las costas del Pacífico.
Pero tienen una pata floja: con todo su poderío, no se proponen derribar el sistema social que es causante de todos los males que padece la humanidad (y no sólo los desposeídos), sino que sus voceros (por "derecha" y por "izquierda") nos proponen reformularlo, emparcharlo, humanizarlo... todas tareas imposibles, en aras de ocultar que lo único POSIBLE y NECESARIO es destruir el poder de quienes hoy lo detentan en el camino de abrir la posibilidad a una sociedad libre de toda cadena, que desde nuestro punto de vista es una sociedad socialista (libre, asociativa, asamblearia, de iguales, donde el ocio sea fuente de creatividad al servicio del conjunto).
Lamentamos que en este panorama, varias agrupaciones de la llamada "izquierda" argentina se hayan esmerado en delinear un frente electoral autoproclamatorio, para proponerle a la población explotada más de lo mismo, pero liderado por ellos.
Para nada manifiestan interés por los derechos democráticos del conjunto de la población, sino que se esmeran en decirnos que ellos son la total expresión de una alternativa antisistema, que está cerrada y abrochada desde abril hasta octubre, peor aún que lo que fija la nefasta ley de los explotadores capitalistas. En el mejor de los casos, nos dicen que hay que apoyarlos para pelear por el salario, las jubilaciones, etc.
¡Qué novedad! ¿Hace falta que alguien le diga a los trabajadores que deben luchar para defenderse? Creemos que no. Creemos que la utilidad de organizaciones que nos decimos obreras revolucionarias está en que tengamos la valentía política de propagandizar la idea de que hace falta barrer del poder a la minoría social que hoy lo detenta, y reemplazarlo por un poder opuesto: el de la abrumadora mayoría de explotados y oprimidos del mundo todo, basado en los organismos surgidos al calor de esa pelea, para crear una nueva institucionalidad social, jurídica y política que siente las bases para una sociedad superadora de este inmundo mundo capitalista.
Para dar esta pelea necesitamos agruparnos y organizarnos, sin marearnos por los mil caminos distractivos que se nos presentan.
Necesitamos seguir construyendo, contra viento y marea, la LSR como una herramienta puesta al servicio de esos objetivos que trascienden la inmediatez miserable de lo cotidiano, para intentar elevarnos en la defensa de nuestro ser como humanos y, en consecuencia, de nuestra armoniosa relación con la naturaleza, para disfrutar una vida que merezca la pena ser vivida.

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