El “efecto Zorba”: GRECIA AL ROJO VIVO
(Extractos de la reunión del 4 de junio de 2010 - desgrabación)
(A. ATEN): ¿Qué hace la burguesía europea y, en especial, el mercado común europeo ante la crisis? Comienza a tener una política para recuperar el espacio que los especuladores internacionales, como ellos los llaman, les estaban quitando a los países miembros. Los especuladores atacan a la ovejita más indefensa; en este caso, Grecia.
Pero lo importante es que, a medida que se lanzaban paquetes de ajustes, iba reaccionando la clase obrera griega. Eso no lo esperaban. Porque en toda Europa dominaban gobiernos de derecha, pero después del estallido popular de diciembre de 2008, en las elecciones de octubre de 2009 arrasa la socialdemocracia. En España ya estaba el gobierno de Zapatero, pero también asume la socialdemocracia en Portugal. Entonces, eligen a estos tres países para golpear sus presupuestos. (…)
El hecho es que reaccionó la clase obrera griega, y a medida que iban anunciando ajustes, iban saliendo las huelgas generales con más fuerza. Porque intentaban arrasar con los intereses de la clase obrera, en la pelea por la plusvalía. Eso significa rebaja de sueldos, jubilaciones y privatizaciones.
El 5 de mayo se votó la Ley de Presupuesto, y estalló la clase obrera el 5 y 6 de mayo, en demostraciones de repudio hacia esa política, no sólo con protestas, movilizaciones y huelgas sino con el asalto al Parlamento, cosa que no se ve desde hace muchos años en Europa, y en el mundo. Es algo muy inusual. Para mí, el mensaje era uno y claro: la época del "fin de la historia" terminó. Como símbolo, pusieron banderas rojas en la Acrópolis.
La implementación del megapaquete significa, en esencia, que se rematan las empresas del Estado griego: casinos, aeropuertos, electricidad, trenes, puertos –además de que la administración de los puertos griegos la tiene una empresa China–, etcétera. Pero nadie quiere comprar, porque ya anunciaron que, en septiembre, van a viajar a Grecia los especialistas del Fondo Monetario Internacional y de la Comunidad Europea, para inspeccionar qué hacen con las remesas de ayuda, que son mayores que las destinadas en Estados Unidos para las aseguradoras quebradas en septiembre del 2008. Y hoy, en el propio gobierno griego se habla de que en septiembre va a quebrar el Estado.
El ánimo de la clase obrera griega enciende, como un reguero, a toda Europa. Porque tuvieron la mala suerte, los grandes capitales internacionales, de hacer la prueba en un país donde hay un movimiento obrero distinto del resto del continente europeo. Diez días atrás, estalló Rumania; en España se anunció una huelga general para el 2 de junio, que luego fue suspendida por las burocracias de la UGT y la CGT (socialistas y comunistas). También se está hablando de huelgas generales en Portugal. La semana pasada hubo huelgas y grandes movilizaciones en Italia y Francia. Y hoy anunciaron que la Federación de Sindicatos Europeos lanza la movilización europea de todos los sindicatos para el 29 de junio. No hubo un acontecimiento así desde que, el 14 de Julio de 1914, se intentó una huelga general contra la guerra en Europa, aunque tampoco entonces se concretó.
Esto quiere decir que se ha entrado en una época en que van a surgir nuevos fenómenos en la clase obrera. Un nuevo fenómeno es, por ejemplo, una extensa declaración de llamado a conformar el sindicalismo clasista en Grecia, firmado por todas las corrientes antiburocráticas, que convocan a las marchas y huelgas que ningún medio publicita.
Esta reacción de la clase obrera griega también se relaciona con otros acontecimientos de esta semana en Europa. Por ejemplo, la inédita renuncia del presidente de Alemania. Y la cumbre de ministros del G 20, cuyo tema es prevenir las crisis, las debacles. Por eso está reunido el “estado mayor de la burguesía mundial” en Corea, y se reunirá nuevamente antes de fin de mes en Canadá.
(LR): Recuerden que desde el estallido de la crisis venimos insistiendo en que se habían perfilado –en la reunión del G20, a comienzos de 2009– dos políticas para enfrentar la crisis. Una, recomendada por el FMI, era agrandar los gastos del Estado, salvar a los bancos y, desde ahí, fomentar el consumo. La otra, fundamentalmente defendida por los países europeos (excepto Inglaterra), con Alemania a la cabeza, era seguir la vieja receta del recorte y el ajuste a los gastos del Estado (lo que derivó en que Alemania decidió rebajar los impuestos, de tal modo que las empresas privadas se hicieran cargo de todos los negocios; algo parecido a los años de 1990 en la Argentina). Para mí, en Grecia, terminó estallando la política de ajuste de la mayoría de las potencias europeas. No quiere decir que quienes sostenían el plan contrario eran “los buenos”. En esta película, como decía FR hace unos años, son todos “malos”. Pero las cosas se manifiestan de distintas maneras en un lado y en otro. Aquí, por ejemplo, se tradujo en los $ 180 de asignación universal por hijo. Son distintas maneras de afrontar la crisis por la burguesía. Evidentemente, la manera de afrontar la crisis en Grecia, por la vía del ajuste tradicional, no se demuestra como el mejor camino para la burguesía, en tanto produjo semejante reacción de la clase obrera, que es muy alentadora para todos nosotros, y que no tiene sólo consecuencias en el Estado griego sino que es el emergente de lo que se va a manifestar en el resto de Europa. Por eso, ante el estallido de los acontecimientos en Grecia, la atención mundial se desplaza hacia España, que es quien va a protagonizar el siguiente episodio, porque las medidas que se proponen son las mismas; y se prevé la misma reacción de masas. Las reacciones en el corazón de Europa tienen una importancia descomunal, porque también repercuten en el apoyo, o no, a las tropas de intervención yanquis en sus guerras de ocupación en Medio Oriente.
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